PROYECTO
de Modificación a
Al margen un sello con el Escudo Nacional, que dice: Estados Unidos Mexicanos.- Secretaría de Salud.
PROYECTO DE MODIFICACION A
MAURICIO HERNANDEZ AVILA, Subsecretario de Prevención y Promoción de
El presente Proyecto de Modificación a
Durante el plazo mencionado, los análisis que sirvieron de base para
la elaboración del Proyecto de Modificación a
CONSIDERANDO
Que el 21 de julio de 2003 se publicó en el Diario Oficial de
Que existe nueva información basada en evidencia científica que hace
necesario modificar y actualizar la mayoría de los conceptos, métodos y
estrategias en relación a las enfermedades transmitidas por vector.
Que
Que en la actualidad México experimenta una seria epidemia de dengue
clásico y hemorrágico y que es necesario modificar las estrategias para su
contención.
Que existen enfermedades re-emergentes diversas como Rickettsiosis y
Fiebre Amarilla y nuevas amenazas como la posible introducción fiebres
hemorrágicas causadas por el virus de Chikungunya.
Que en atención a las anteriores consideraciones, se expide el
siguiente:
PROYECTO DE MODIFICACION A
PREFACIO
En la elaboración de esta Norma Oficial Mexicana participaron las unidades
administrativas e instituciones siguientes:
SECRETARIA DE SALUD
SECRETARIA DE
SECRETARIA DE MARINA
SECRETARIA DE DESARROLLO SOCIAL
SECRETARIA DE MEDIO AMBIENTE Y RECURSOS NATURALES
SECRETARIA DE ECONOMIA
SECRETARIA DE AGRICULTURA, GANADERIA, DESARROLLO
RURAL, PESCA Y ALIMENTACION
SECRETARIA DE EDUCACION PUBLICA
SECRETARIA DE TURISMO
INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL
INSTITUTO DE SEGURIDAD Y SERVICIOS SOCIALES PARA LOS
TRABAJADORES DEL ESTADO
SISTEMA NACIONAL PARA EL DESARROLLO INTEGRAL DE
PETROLEOS MEXICANOS
INSTITUTO NACIONAL DE SALUD PUBLICA
SECRETARIA DE SALUD DEL GOBIERNO DEL DISTRITO
FEDERAL
SERVICIOS DE SALUD DE LOS ESTADOS
UNIVERSIDAD AUTONOMA DE NUEVO LEON
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO
UNIVERSIDAD AUTONOMA METROPOLITANA
UNIVERSIDAD AUTONOMA DE COLIMA
INSTITUTO POLITECNICO NACIONAL
UNIVERSIDAD DE CHAPINGO
COLEGIO DE POSGRADUADOS
ORGANIZACION PANAMERICANA DE
FEDERACION DE COLEGIOS Y ASOCIACIONES DE MEDICOS
VETERINARIOS ZOOTECNISTAS, A.C.
COLEGIO NACIONAL DE ENFERMERAS, A.C.
INDICE
0. Introducción
1. Objetivo
2. Campo de aplicación
3. Referencias
4. Definiciones, símbolos y abreviaturas
5. Codificación
6. Medidas generales de vigilancia, prevención
y control
7. Medidas específicas de prevención y control
8. Investigación
9. Información
10. Concordancia con normas
internacionales y mexicanas
11. Bibliografía
12. Observancia de
13. Vigencia
0. Introducción
Las enfermedades transmitidas por vector (ETV), constituyen uno de los
principales problemas de salud pública en México, ya que por sus
características geográficas y climáticas, así como sus condiciones demográficas
y socioeconómicas, existe el riesgo de transmisión de una o más de esas
enfermedades en cada entidad federativa.
La presente Norma comprende
aspectos generales y específicos sobre la vigilancia, prevención y control de
las enfermedades transmitidas por vector más importantes en nuestro país. Entre
éstas se incluyen: dengue, paludismo, enfermedad de Chagas, oncocercosis,
leishmaniosis, virus del Oeste del Nilo y Rickettsiosis. Además, se considera
la posible re-emergencia de
Por otra parte, en virtud de la
generación constante de nuevos métodos y técnicas, esta Norma reconoce la
necesidad de incorporar nueva evidencia científica, con particular atención en
los factores de riesgo, mecánica de transmisión y las acciones operativas que,
en su momento, deberán ser mejoradas e incorporadas, como procedimientos de
vigilancia, prevención y control. Para tal efecto, se promoverá la conformación
de grupos nacionales de expertos en insecticidas, parasitología, virología,
participación comunitaria, entomología médica, médicos clínicos y
epidemiólogos, llevando a cabo reuniones cuando sea necesario revisar aspectos
específicos sobre los que aparezcan nuevas evidencias que ameriten modificar
secciones de
Finalmente, los detalles
técnicos de procedimientos, diagnóstico, tratamiento y control vectorial para
las enfermedades objeto de esta NOM, pueden ser revisados en los manuales
correspondientes disponibles en http://www.cenave.gob.mx
1. Objetivo
Esta Norma Oficial Mexicana
tiene por objeto establecer las especificaciones, criterios y procedimientos
para disminuir el riesgo de infección, enfermedad, complicaciones o muerte por
enfermedades transmitidas por vector.
2. Campo de aplicación
Esta Norma Oficial Mexicana es
de observancia obligatoria en todo el territorio nacional para el personal de
los servicios de salud de los sectores público, social y privado que conforman
el Sistema Nacional de Salud, que efectúen acciones de vigilancia, prevención y
control de las enfermedades objeto de esta Norma.
3. Referencias
3.1. Norma
Oficial Mexicana NOM-017-SSA2-1994, Para la vigilancia epidemiológica.
3.2. Norma
Oficial Mexicana NOM-003-SSA2-1993, Para la disposición de sangre humana y sus
componentes con fines terapéuticos.
3.3. Norma
Oficial Mexicana NOM-045-SSA1-1993, Plaguicidas. Productos para uso agrícola,
forestal, pecuario, jardinería, urbano e industrial. Etiquetado.
3.4. Norma
Oficial Mexicana NOM-044-SSA1-1993, Envase y embalaje. Requisitos para contener
plaguicidas.
4. Definiciones, símbolos y abreviaturas
4.1. Definiciones.
Para efectos de esta Norma, se entiende por:
4.1.1 Acaro, a cualquier tipo de Artrópodo de
la clase Acari que se distingue por tener todos los segmentos del cuerpo
compactados en una unidad (el idiosoma), piezas bucales conformando una unidad
(gnatosoma) y desarrollo dividido en etapas, larva (con tres pares de patas),
varios estadios ninfales y adulto (con cuatro pares de patas). Se incluyen
también a las garrapatas.
4.1.2 Acaricida, a cualquier sustancia
química que se utilice para eliminar garrapatas y ácaros.
4.1.3 Aedes, al género de la clase Insecta;
del orden Diptera de la familia Culicidae, subfamilia Culicinae, tribu Aedini
constituida por 41 subgéneros y 1,019 especies mundiales. Las especies de este
género, son transmisores del flavivirus dengue. Este género puede transmitir
también otros Arbovirus.
4.1.4 Agente infeccioso, al microorganismo
capaz de causar una enfermedad si se reúnen las condiciones para ello; los más
importantes para la salud son: 1) virus, 2) rickettsias, 3) bacterias, 4) protozoarios, 5) hongos, y 6) helmintos.
4.1.5 Agua negra o servida, a las aguas de composición variada
provenientes de las descargas de usos municipales, industriales, comerciales,
agrícolas, pecuarios, domésticos y en general de cualquier otro uso.
4.1.6 Albañal, al conducto generalmente
cerrado, cuya finalidad es desfogar las aguas negras o servidas.
4.1.7 Alcantarillado, al sistema de tubería,
de diferentes tipos de material y diámetro, para captar y conducir hacia un
destino final las aguas negras, pluviales o residuales.
4.1.8 Aljibe o cisterna, al depósito
construido con diferentes materiales generalmente subterráneo para colectar,
almacenar y distribuir el agua.
4.1.9 Ambiente, al conjunto de elementos
naturales y artificiales o inducidos por el hombre que hacen posible la
existencia y desarrollo de los seres humanos y demás organismos vivos que
interactúan en un espacio y tiempo determinados.
4.1.10
Anopheles,
al género de la clase Insecta, orden Diptera, de la familia Culicidae,
subfamilia Anophelinae. El género Anopheles incluye diez subgéneros y 532
especies en el mundo, dentro de las cuales las especies más importantes en
México por ser vectores de plasmodios causantes del paludismo se encuentran An. pseudopunctipennis, An. albimanus, An.
vestitipennis, An. darlingi. Anopheles aztecus es potencial vector de
paludismo en el Altiplano y An. hermsi,
tiene importancia en estados del norte y noroeste de México.
4.1.11
Apirexia, sin fiebre.
4.1.12
Arbovirus, a los virus que son
patógenos para los vertebrados y que son transmitidos por artrópodos. El
término tiene su origen en la contracción en idioma inglés de
"arthropod-borne virus".
4.1.13
Artrópodo (Phylum Arthropoda), al
animal multicelular con simetría bilateral cuyo cuerpo está formado por tres
regiones, cabeza, tórax y abdomen, con segmentos modificados en cada región,
con forma y función específicos y recubierto por una capa dura compuesta de
quitina y que funciona como esqueleto externo, patas articuladas y crecimiento
discontinuo por medio de mudas.
4.1.14
Asperjar, a rociar un líquido en
gotas de tamaño de 100 a 400 micras.
4.1.15
Barrido, a la forma de aplicación de
medidas antivectoriales para control del dengue. Consiste en cubrir el 100% de
la localidad a tratar, con aplicación de larvicida y nebulización en un plazo
de cuatro a seis semanas máximo.
4.1.16
Bio-degradación, al proceso de
degradación o metabolismo de xenobióticos en su paso por los sistemas
biológicos.
4.1.17
Cacharro, al artículo diverso en
desuso, que puede contener agua y convertirse en criadero de mosquitos vectores
del dengue.
4.1.18
Carbamatos, al grupo de insecticidas
derivados de ácido carbámico, que actúa interfiriendo el impulso de una célula
nerviosa a cualquier tejido, al inhibir la acción de la enzima
acetilcolinesterasa y perpetuar la señal nerviosa.
4.1.19
Carga de insecticida, a la cantidad
de un preparado de insecticida, en polvo o líquido, necesaria para abastecer el
depósito de una bomba aspersora.
4.1.20
Comunicación educativa, al proceso
basado en el desarrollo de esquemas novedosos y creativos de comunicación
social, que permite la producción y difusión de mensajes gráficos y
audiovisuales de alto impacto, con el fin de reforzar los conocimientos en
salud e higiene y promover conductas saludables en la población.
4.1.21
Control biológico, a la utilización
de organismos patógenos, parásitos, parasitoides o depredadores, enemigos
naturales de las especies biológicas plaga o vectores de enfermedades, para
mantener a sus poblaciones a niveles inferiores de lo que estarían en su
ausencia. Entre los agentes de control biológico se encuentran las bacterias
mosquitocidas Bacillus thuringiensis
israelensis, los peces larvívoros como Gambusia
affinis, Poecilia sp. y Tilapia spp., entre otros.
4.1.22 Control biorracional, a la utilización de sustancias químicas de
efecto selectivo sobre el insecto o ácaro objeto del control, normalmente
asemejando un metabolito esencial en su metabolismo o es una toxina que se
activa en artrópodos, con bajo riesgo para el humano, vida silvestre y
ambiente.
4.1.23
Control físico, al procedimiento
aplicado para disminuir o evitar el riesgo del contacto vector-humano,
efectuando modificaciones en el ambiente para eliminar permanentemente
(modificación del ambiente) o de forma temporal (manipulación del ambiente) el
hábitat de los transmisores.
4.1.24 Control químico, al procedimiento aplicado contra los vectores, en sus estadios
larvarios o inmaduros y de imagos o adultos, utilizando sustancias tóxicas con
efecto insecticida, garrapaticida o nematocida.
4.1.25 Criadero, al lugar donde el vector hembra pone sus huevos para que se
desarrollen posteriormente los estados inmaduros o juveniles, esto es, ninfas
en los insectos terrestres como chinches o garrapatas y larvas y pupas en los
insectos con una fase acuática en su ciclo de vida, como los mosquitos.
4.1.26 Criaderos controlables, a aquéllos en los que se puede realizar una
acción física para evitar que se infesten o retengan agua, favoreciendo la
proliferación de mosquitos. Representan a todos aquellos recipientes que la
comunidad no identifica como desechables y susceptibles de eliminar en una
descacharrización. Debe realizarse un esfuerzo educativo permanente a fin de
que la comunidad sea capaz de reconocerlos como peligro potencial y aprendan a
controlarlos.
4.1.27 Criaderos controlados, a aquéllos en los que no se desarrollan
larvas del vector.
4.1.28 Criaderos eliminables, a aquellos recipientes que no son útiles
para el residente, pero que no han sido eliminados de la vivienda por descuido
o porque los desechos sólidos son recogidos con poca frecuencia por el servicio
de limpia municipal; también son conocidos como cacharros, incluyendo llantas
no montadas en vehículos que al llenarse pasivamente con el agua de lluvias o
inundaciones se convierten en criaderos de mosquitos vectores.
4.1.29 Criaderos estacionales, a aquellos recipientes o depresiones del
terreno que sólo en un periodo determinado del año contienen agua y larvas de
mosquitos.
4.1.30 Criaderos estructurales, a la parte estructural de construcciones
como canales de desagüe, alcantarillas, registros de toma de agua, fosas
sépticas, etc.
4.1.31 Criaderos permanentes, a aquellos receptáculos que se encuentren
durante todo el año con agua y permitan el desarrollo de larvas de mosquito de
manera continua.
4.1.32 Ctenocephalides felis, a la
especie de pulga ectoparásito de gatos, que puede infestar al hombre y al
alimentarse transmitir Rickettsiosis manchada (RM) causada por Rickettsia felis.
4.1.33 Culex, al género de mosquitos de la
familia Culicidae, entre los que se encuentran molestias sanitarias como Cx. quinquefasciatus y vectores de
enfermedades tales como Virus del Oeste del Nilo con varias especies vectores
como Cx. tarsalis y otras.
4.1.34 Chapear, a quitar la hierba crecida alrededor de las viviendas para reducir
sitios de reposo de diferentes estadios de artrópodos vectores.
4.1.35 Degradación de agente de control, al proceso físico por el cual se degrada un
agente de control y que es comúnmente, la sensibilidad al calor (termo
labilidad) o luz (foto labilidad).
4.1.36 Dengue, a la enfermedad producida por arbovirus de la familia Flaviviridae,
pertenecientes a cuatro serotipos del virus del dengue y que son transmitidos
por la picadura de las hembras de ciertas especies de mosquito casero común Aedes aegypti y Ae. albopictus. La enfermedad es importante porque produce brotes
explosivos de formas clásicas, con brotes simultáneos de formas hemorrágicas o
de choque grave en menor cantidad.
4.1.37 Descacharrizar, a recolectar y retirar cacharros de los predios.
4.1.38 Desinfestación, a la eliminación de seres pluricelulares parásitos a través de algún
proceso físico o químico. Se aplica principalmente a los artrópodos que se
encuentran en el cuerpo de una persona, en la ropa, en el ambiente o en
animales domésticos (chinche, piojo, pulga, mosco, garrapata, entre otros).
Cuando se refiere a insectos, se habla de desinsectación.
4.1.39 Ecología, a la ciencia que estudia las relaciones dinámicas de las
interacciones de los organismos o grupos de organismos con su ambiente físico y
biológico.
4.1.40 Ecosistema, a la unidad funcional básica de interacción de los organismos vivos
entre sí y de éstos con el ambiente, en un espacio y tiempo determinados.
4.1.41 Ectodesparasitante, al agente parasiticida que actúa sobre
ectoparásitos como piojos, pulgas, chinches, ácaros y garrapatas.
4.1.42 Educación para la salud, al proceso de enseñanza-aprendizaje que
permite, mediante el intercambio y análisis de la información, desarrollar
habilidades y cambiar actitudes, con el propósito de inducir comportamientos
para cuidar la salud individual, familiar y colectiva.
4.1.43 Enfermedad de Brill-Zinser, a la recrudescencia de tifus exantemático
provocado por Rickettsia prowasekii en
pacientes, años después de haber tenido tifo en fase aguda.
4.1.44 Enfermedad de Chagas o Tripanosomiasis americana, a la enfermedad parasitaria
exclusiva del Continente Americano cuyo agente etiológico es el protozoario
flagelado Trypanosoma cruzi, el cual
es transmitido de forma horizontal entre una persona enferma y una sana, por
medio de la picadura de chinches Redúvidos Triatominos, entre ellas, en México,
diversas especies del género Triatoma
sp., T. dimidiata, T. longipennis, T. pallidipennis, T. barberi,
además de Rhodnius prolixus.
4.1.45 Enfermedades transmitidas por vector, a los padecimientos en los que
el agente causal o infeccioso requiere la participación de un artrópodo como
hospedero o transmisor para completar su ciclo de vida y para mantener su
población en hospederos vertebrados susceptibles. Se incluyen paludismo,
dengue, leishmaniosis, oncocercosis, tripanosomiasis, rickettsiosis, virus del
Oeste del Nilo y otras arbovirosis.
4.1.46 Enfermo, a la persona que porta al agente causal de las enfermedades
transmitidas por vector, con o sin presentar sintomatología, la cual es detectada
por el sistema de vigilancia epidemiológica, incluyendo la confirmación por
laboratorio.
4.1.47 Epidemiología, al estudio de la frecuencia y características de la distribución de
enfermedades, así como de los factores que las determinan, condicionan o
modifican siempre en relación con una población, en un área geográfica y en un
periodo determinado. Proporciona información esencial para la prevención y el
control de enfermedades.
4.1.48 Equipo de aspersión, a los aparatos, generalmente bombas,
diseñados para rociar los insecticidas al aire o sobre una superficie.
4.1.49 Fauna nociva, para los fines de esta NOM se entenderá por fauna nociva a animales
domésticos o silvestres que pueden ser reservorios de vectores y/o de agentes
causales de enfermedades.
4.1.50 Flavivirus, al género del Arbovirus de la familia Flaviviridae.
4.1.51 Fumigación, a la desinfección que se realiza mediante la aspersión o
nebulización de vapores o gases tóxicos, para el control y eventual eliminación
de especies nocivas para la salud o que causan molestia sanitaria.
4.1.52 Garrapata, al nombre común asignado a un ácaro de las familias Ixodidae y
Argasidae, generalmente son ectoparásitos hematófagos principalmente de
mamíferos.
4.1.53 Hábitat, al área o espacio con todos sus componentes físicos, químicos,
biológicos y sociales, en donde los seres vivos encuentran condiciones
propicias para vivir y reproducirse.
4.1.54 Hospedero, a la persona o animal vivo que, en circunstancias naturales, permite
la subsistencia o el alojamiento de un agente infeccioso.
4.1.55 Insecto, al artrópodo de
4.1.56 Insecticida, a las sustancias de origen químico sintético o biológico que
eliminan a los vectores o evitan el contacto con el humano, están dirigidos a
cualquiera de sus estadios de desarrollo (huevo, larva, pupa o Imago).
4.1.57 Imago, al insecto en su última etapa de desarrollo y que es sexualmente
maduro o adulto.
4.1.58 Imagocida, al insecticida que mata imagos o adultos de insectos.
4.1.59 Larva, pupa y ninfa, a los estados juveniles de los artrópodos.
Ninfa se aplica a los artrópodos con desarrollo inmaduro sin metamorfosis o con
metamorfosis parcial (hemimetábolos). Larva y pupa son etapas sucesivas en
insectos con metamorfosis completa (holometábolos).
4.1.60 Larvicida, al insecticida que mata larvas de los insectos.
4.1.61 Leishmaniosis, a la enfermedad zoonótica con afectaciones dérmicas cutáneas o
visceral causada por protozoarios del género Leishmania, de las especies L.
mexicana, L. brasiliensis y L.
chagasi, los cuales son transmitidos de una persona infectada a una sana
mediante la picadura de insectos hematófagos del género Lutzomyia.
4.1.62 Lutzomyia, al género de la familia Psychodidae, de la subfamilia Phlebotominae,
cuyas especies manifiestan la conducta hematofágica. Las especies en México
confirmadas como vectores L. longipalpis
es vector de Leishmania chagasi, L. olmeca, L diabolica y L. cruciata se relacionan con la
presentación cutánea, mientras que L.
evansi se ha asociado con leishmaniosis visceral en Chiapas.
4.1.63 Malla, pabellón, a la red protectora hecha de algodón, tela plástica o metal con determinado
número de orificios por pulgada cuadrada, que evita el contacto de los insectos
con el humano y se ubica alrededor de la cama o en ventanas y puertas.
4.1.64 Manzana limpia, al resultado de las acciones de promoción de la salud a nivel de
manzana en donde se busca gestionar entre los residentes con la ayuda de
activadores de manzana voluntarios, la eliminación o manejo (lavado, tapado o
volteado) de recipientes que acumulan agua y que pueden convertirse en criadero
de mosquitos vectores de dengue en sus viviendas. Se habla de manzana con patio
limpio cuando más del 85% de las viviendas que la componen, están libres de
criaderos de mosquitos.
4.1.65 Materiales impregnados con insecticida de larga duración
(MIILD), a la
malla, pabellón de cama o cortina, la construida con material sintético en el
que durante el proceso de fabricación se incorpora a las fibras el insecticida,
teniendo como resultado, residualidad del efecto insecticida de 1 a 5 años.
4.1.66 Mortalidad aguda, al cálculo de mortalidad en bioensayos con insectos o ácaros la cual
se mide hasta 24 o 48 horas después de la exposición a insecticidas químicos,
biológicos o biorracionales.
4.1.67 Nebulización térmica, al tratamiento de un área con aerosoles
calientes, tiene lugar por medio de generadores de niebla que transforman una
solución de baja concentración en una nube espesa de humo, que lleva
suspendidas las gotas del insecticida.
4.1.68 Nebulización ULV, volumen ultra reducido, al procedimiento para la
aplicación espacial de los insecticidas con equipos pesados montados en
vehículos o motomochilas, en formulaciones que puedan generar gotas
fraccionadas cuyo diámetro óptimo debe fluctuar entre 15 y 25 micras. Es
denominado también rociado o tratamiento espacial.
4.1.69 Onchocerca volvulus, a la especie de gusano redondo
de la clase Nemátoda, que es el agente causal de la oncocercosis humana.
4.1.70 Oncocercosis, a la enfermedad infecciosa, crónica, de carácter degenerativo, no
mortal, causada por helminto de la familia Filariidae Onchocerca volvulus y cuya consecuencia más grave la condición
denominada ceguera de los ríos.
4.1.71 Organoclorados, a los insecticidas químicos orgánicos sintéticos, cuya estructura
química heterocíclica contiene cloro y cuyo modo de acción específica es la de
afectar el impulso eléctrico, mediante la inactivación del canal de sodio en el
axón nervioso.
4.1.72 Organofosforado, al grupo de insecticidas químicos sintéticos que contienen fósforo y
cuyo modo de acción es afectar los procesos de comunicación de las neuronas con
los tejidos al inhibir la acción de la enzima acetilcolinesterasa en el espacio
sináptico.
4.1.73 Ovipostura, a la acción y efecto de la hembra de los insectos, de depositar sus
huevos en el ambiente adecuado para su desarrollo posterior. Normalmente los
insectos copulan en un evento previo y las hembras almacenan el esperma en un
receptáculo denominado espermateca. La fecundación de los huevos se da en el
momento de la ovipostura al abrirse el conducto espermático al canal de
ovipostura, entrando en contacto el esperma con los huevos.
4.1.74 Ovitrampa, al dispositivo hecho de un bote plástico de color negro de 1 L de
capacidad, el cual es llenado a ⅔ partes de volumen y recubierto sobre el
borde de agua con una tira de papel filtro. Se usa para colectar huevos de
vectores de dengue como Aedes aegypti
o Ae. albopictus y es la medida de
elección monitorear poblaciones y riesgos entomológicos de transmisión.
4.1.75 Paludismo, a la enfermedad humana causada por protozoarios del género Plasmodium y que son transmitidos de un
hospedero infectado a otro sano mediante picadura de hembras de mosquito del
género Anopheles. En México, los
mosquitos de este género tienen hábitos oportunistas de alimentación de sangre,
alimentándose preferentemente de mamíferos diversos, pero si tienen hospederos
humanos disponibles, se alimentan de ellos con facilidad. Por esta razón, el
paludismo en México es menos estable que en Africa continente donde hay
anofelinos antropofílicos. Existen cuatro especies del parásito, P. vivax, P. falciparum, P. malariae y P. ovale. Actualmente casi todos los
casos corresponden a P. vivax agente
causal de la fiebre terciana benigna y muy pocos casos debido a P. falciparum, causante de la fiebre
terciana maligna, la cual es potencialmente letal. Clínicamente se caracteriza
por episodios paroxísticos (fiebre, escalofríos y sudoración), cuando no es
tratado oportuna y adecuadamente puede cursar con anemia, esplenomegalia y
tener evolución crónica.
4.1.76 Parásito, al organismo vivo que crece y se desarrolla, dentro o sobre el
hospedero y del cual depende metabólicamente para su supervivencia, pudiéndole
causar daño en diferentes grados, incluyendo afectación de tejidos en contacto
a largo plazo, incluso la muerte, dependiendo de la especie de parásito.
4.1.77 Participación social, al proceso que
permite involucrar a la población, autoridades locales, instituciones públicas
y a los sectores social y privado en la planeación, programación, ejecución y
evaluación de los programas y acciones de salud, con el propósito de lograr un
mayor impacto y fortalecer un mejor Sistema Nacional de Salud.
4.1.78 Patio limpio, a la estrategia de promoción de la salud de gestionar entre los
residentes con la ayuda de activadores de manzana voluntarios, la eliminación o
manejo (lavado, tapado o volteado) de recipientes que acumulan agua y pueden
convertirse en criaderos de mosquitos vectores de dengue en sus viviendas. Se
habla de casa con patio limpia cuando ésta se encuentra libre de criaderos de
mosquitos.
4.1.79 Pediculicida, a las sustancias que se utilizan para eliminar piojos en todos sus
estadios.
4.1.80 Pediculosis, a la infestación de la cabeza,
las partes vellosas del cuerpo y la ropa (especialmente a lo largo de las
costuras interiores), por piojos adultos, ninfas y liendres (huevos), que
causan prurito intenso y excoriación del cuero cabelludo y del cuerpo por el
rascado.
4.1.81 Pediculus humanus capitis, a la especie del piojo de la
cabeza del ser humano, que se transfiere por contacto directo, de persona a
persona.
4.1.82 Pediculus humanus corporis, a la especie del piojo del
cuerpo del ser humano transferido por contacto directo e indirecto a través de
ropas y que puede transmitir tifo exantemático o epidémico causado por Rickettsia prowasekii.
4.1.83 Phthirus pubis, a la especie del piojo del
pubis (ladilla) del ser humano, que se transfiere principalmente por contacto
sexual.
4.1.84 Piojo, al artrópodo del orden
Phthiraptera, suborden Anoplura, conocidos como piojos chupadores; clase
Insecta y del género Pediculus, que
se alimentan con sangre del hombre y animales domésticos y pueden transmitir
enfermedades como tifo exantemático o epidémico.
4.1.85 Piretroides, a los insecticidas de origen
natural (piretrinas) o sintético, teniendo como núcleo químico los grupos
funcionales ciclopropano carboxilato y cuyo modo de acción (similar al de los
organoclorados) es el de afectar el transporte de iones sodio a través de la
membrana del axón nervioso.
4.1.86 Promoción
de la salud, al
proceso que permite fortalecer los conocimientos, aptitudes y actitudes de las
personas para participar co-responsablemente en el cuidado de su salud y para
optar por estilos de vida saludables facilitando el logro y la conservación de
un adecuado estado de salud individual, familiar y colectivo mediante
actividades de Participación Social, Comunicación Educativa y Educación para
4.1.87 Prueba de
tira reactiva,
al ensayo estandarizado para diagnóstico rápido de algunas enfermedades
transmitidas por vectores, entre ellas paludismo, dengue, enfermedad de Chagas
y leishmaniosis. También hay tiras reactivas para confirmar la infección por
estas enfermedades en los vectores de las mismas.
4.1.88 Prueba del
torniquete, a
la utilizada para evaluar la fragilidad capilar, consiste en la aplicación de
presión con el manguito, hasta el nivel medio de
4.1.89 Pulga, al insecto del orden
Siphonaptera (parásitos chupadores, hematófagos), ectoparásitos obligados de
mamíferos y aves, especialmente la pulgas Xenopsylla
cheopis y Ctenocephalides felis, la
cual presenta el cuerpo comprimido lateralmente. Al parasitar a ratas, ardillas
u otros mamíferos pequeños, en proximidad con el hombre (hospedero accidental),
puede transmitir enfermedades como la peste y el tifo murino.
4.1.90 Reacción de
Montenegro positiva,
a la prueba cutánea de hipersensibilidad usada como auxiliar del diagnóstico de
leishmaniosis; su aplicación es similar a la prueba de PPD o reacción de
Mantoux. Hecha con Leishmania sp.
muertas por formol o por un extracto total de leishmanias crecidas en
condiciones in vitro.
4.1.91 Recaída, a la reaparición de la
infección sanguínea con o sin sintomatología, debido a la activación del
desarrollo intra-hepático de hipnozoítos del parásito del paludismo Plasmodium vivax y ovale, que ocurre
principalmente dentro de las 4-50 semanas después de la infección primaria,
rara vez años después.
4.1.92 Recipientes
desechables, a
aquéllos susceptibles de eliminarse mediante una acción de limpieza o
descacharrización. La comunidad debe identificarlos como eliminables y son
parte integral de la estrategia de patio limpio.
4.1.93 Rickettsia, al parásito intracelular obligado, gram
negativo, pequeño, en forma de cocobacilo, que se multiplica por división
binaria y es causante de diversas enfermedades conocidas como Rickettsiosis.
4.1.94
Rickettsiosis,
al grupo genérico de enfermedades producidas por Rickettsia. Las más importantes son el tifo epidémico o
exantemático cuyo agente causal es Rickettsia
prowasekii y tienen por vector al piojo (Pediculus humanus humanus o corporis); el tifo murino o endémico
cuyo agente causal es R. typhi,
transmitido por pulgas (Xenopsylla
cheopis); y la fiebre maculosa o manchada de las montañas rocosas causada por
R. rickettsii y cuyos vectores
principales son las garrapatas, especialmente la garrapata café del perro Rhipicephalus sanguineus, y menos
comúnmente en México, Amblyomma
cajennense o Dermacentor variabilis.
4.1.95
Recrudescencia,
a la aparición del ciclo eritrocítico de Plasmodium
vivax en pacientes, antes de 21 días, pudiendo agravar los síntomas o
cuando ocurre con densidades parasitarias muy bajas, no ser detectables por los
procedimientos comunes. En el caso de P.
falciparum y P. malariae, este fenómeno se puede presentar antes 28 días
posteriores al inicio de la enfermedad. Lo anterior se asocia a la falla de los
medicamentos para eliminar la totalidad de parásitos sanguíneos, los cuales
recrudecen. Para P. vivax,
4.1.96 Rociado
espacial, a la
aplicación de insecticida en formulación no residual a volumen ultra bajo o
ultra reducido en exteriores en zonas habitadas o naturales inundadas, mediante
aplicaciones en tierra con equipos pesados montados en vehículos, motomochilas
o desde el aire en equipos montados en avionetas o helicópteros.
4.1.97 Rociado
residual domiciliario, a la aplicación de un insecticida de efecto residual variable, en
las superficies (paredes y techos) de las viviendas y de sus anexos.
4.1.98 Rodenticida, a la sustancia química que se
utiliza para eliminar a los roedores, generalmente por ingestión.
4.1.99 Simulium, al género de la familia Simuliidae, del
orden Diptera, de la clase Insecta, cuyas hembras infectadas con las
microfilarias de Onchocerca volvulus,
transmiten la oncocercosis de una persona a otra. Simulium ochraceum es el vector de oncocercosis en México.
4.1.100 Síndrome
de Guillain Barré,
a una destrucción aguda de mielina que recubre los axones de las fibras
nerviosas periféricas y es de naturaleza autoinmune que afecta al sistema
nervioso periférico y algunas veces el sistema nervioso central, cuyo inicio ocurre
como resultado de un proceso infeccioso agudo, en donde hay un descontrol del
sistema inmune.
4.1.101 Tamizaje, al examen o prueba inicial,
para diagnóstico presuntivo de alguna patología.
4.1.102 Tipología
de criaderos, a
la clasificación de criaderos según su descripción específica como derivados
del domicilio humano (pilas, piletas, cisternas, tinacos, tambos, pozos,
llantas, cubetas, recipientes diversos plásticos (PET) o de metal, floreros o
bebederos animales), naturales (huecos de árboles, charcos, lagunas o ríos), o
estructuras de edificios (canales de desagüe, alcantarillas, techos de
viviendas etc.). Tal clasificación puede facilitar el diseño operativo de su
manejo para evitar que se conviertan en criaderos de mosquitos y su evaluación.
Es de utilidad en los esfuerzos para integrar a la población en programas de
Promoción de
4.1.103
Transmisores del
dengue, a los insectos del orden
Hemíptera, familia Culicidae, subfamilia Aedinae, Género Aedes, cuyas especies vectores en México son Ae. aegypti y posiblemente Ae.
albopictus.
4.1.104 Transmisores
del paludismo,
a los insectos del Orden Diptera, Familia Culicidae, Subfamilia Anophelinae; en
el país las especies más importantes de vectores son Anopheles pseudopunctipennis, An.
albimanus y An. vestitipennis,
aunque existen otros vectores secundarios con importancia regional.
4.1.105
Transmisores del virus del Oeste del Nilo, a los insectos del Orden Diptera, Familia
Culicidae, Subfamilias Culicinae, Tribus Culicini y Aedini; en México las
especies que pueden ser vectores de virus del Oeste del Nilo son principalmente
Culex quinquefasciatus, Cx. pipiens, Ae.
taeniorhynchus, entre otros.
4.1.106
Transmisores de la enfermedad de Chagas, a los insectos del orden Hemíptera, familia
Reduviidae, subfamilia Triatominae, cuyas especies de los géneros Rhodnius, Panstrongylus y Triatoma son vectores de Trypanosoma cruzi.
4.1.107
Transmisores de la leishmaniosis, a los insectos del Orden Diptera, Familia Psychodidae Género Lutzomyia. Con varias especies vectores
de la enfermedad en México, L. olmeca (principalmente),
L.
cruciata, L. diabolica y L.
longipalpis.
4.1.108
Transmisores de la oncocercosis, a insectos del Orden Diptera, Familia Simuliidae, Género Simulium; en México se reconoce como
vector principal a S. ochraceum y
como vectores secundarios a S. callidum y S. metallicum.
4.1.109
Tratamiento de cura radical, al concepto que se utiliza en el tratamiento de paludismo, cuyo
objetivo es eliminar todos los parásitos hepáticos y eritrocíticos del enfermo.
4.1.110
Tratamiento profiláctico, al suministro de medicamentos a grupos de población o individuos en
riesgo de contraer una enfermedad por residir en o trasladarse hacia áreas
endémicas. Para fines de esta Norma, se considera tratamiento profiláctico
antipalúdico y contra la oncocercosis. Estos tratamientos tienen la finalidad
de evitar las infecciones o disminuir las manifestaciones clínicas de la
enfermedad, si se adquiere y, además, eliminar la fuente de infección.
4.1.111 Vector, al transportador y transmisor
biológico del agente causal de enfermedad. Para efectos de esta NOM, se refiere
al artrópodo que transmite el agente causal de una enfermedad, por picadura,
mordedura, o por sus desechos.
4.1.112 Virus del Oeste del Nilo, al virus de la familia
Flaviviridae transmitido por la picadura de mosquitos, que comúnmente afecta a
aves diversas, algunas de ellas migratorias, aves domésticas y accidentalmente
a mamíferos diversos, entre ellos caballos e incluso al hombre. En el hombre
afectado, la enfermedad puede tener curso asintomático, condición febril
moderada o enfermedad neuro-invasiva como meningitis o encefalitis.
4.1.113 Xenobiótico, al agente químico no normal
que podría ser tóxico en sistemas biológicos y el que en su paso por los
sistemas biológicos presenta un sistema metabólico para degradarlo.
4.1.114 Xenodiagnóstico, al estudio de laboratorio que
se realiza para demostrar la presencia del agente etiológico a través de la
alimentación del insecto vector no infectado y criado en condiciones de
laboratorio, con sangre del individuo sospechoso.
4.1.115
Xenopsylla cheopis, a la pulga que infesta roedores y que puede
invadir habitaciones humanas y que al ectoparasitar al hombre puede transmitir
tifo murino o endémico, causado por Rickettsia
typhi.
4.1.116 Zoonosis, a la enfermedad transmitida por
vector sobre animales domésticos o silvestres, pero en la que el hombre puede
ser hospedero accidental (enfermedad de Chagas, leishmaniosis, virus del Oeste
del Nilo, peste y rickettsiosis, entre otras).
4.2. Abreviaturas y acrónimos
4.2.1 BV: bajo volumen
4.2.2 ºC: grados Celsius
4.2.3 CENAVECE: Centro Nacional de Vigilancia
Epidemiológica y Control de Enfermedades
4.2.4 CICOPLAFEST: Comisión Intersecretarial para
el Control del Proceso y Uso de Plaguicidas, Fertilizantes y Sustancias Tóxicas
4.2.5 cm: centímetros
4.2.6 CO2: Bióxido de carbono
4.2.7 COFEPRIS: Comisión Federal para
4.2.8 COMP.: comprimidos
4.2.9 DGE: Dirección General Adjunta de
Epidemiología
4.2.10 DMG: diámetro medio de gota
4.2.11 D.O.F.: Diario Oficial de
4.2.12 EHCASs: eliminación de hábitats y criaderos
de anofelinos
4.2.13 EFEs: Enfermedades febriles exantemáticas
4.2.14 ELISA: Inmunoensayo ligado a enzimas
4.2.15 ETV: Enfermedades transmitidas por vector
4.2.16 ECV: Enfermedad por virus del Chikungunya
4.2.17 FD: fiebre por dengue
4.2.18 FHD: fiebre hemorrágica por dengue
4.2.19 FMM: Fiebre manchada de las montañas rocosas
4.2.20 g: gramos
4.2.21 g/ha: gramos por hectárea
4.2.22 ha: hectáreas
4.2.23 HAI: hemaglutinación indirecta
4.2.24 HP: caballos de fuerza
4.2.25 ICP: índice de casas positivas
4.2.26 IDR: intradermo reacción
4.2.27 IFI: inmunofluorescencia indirecta
4.2.28 IgG: inmunoglobulina clase G
4.2.29 IgM: inmunoglobulina clase M
4.2.30 InDRE: Instituto de Diagnóstico
y Referencia Epidemiológicos
4.2.31 IPA: Incidencia parasitaria
anual
4.2.32 kg: kilogramos
4.2.33 LCD: leishmaniosis cutánea
difusa
4.2.34 LCL: leishmaniosis cutánea
localizada
4.2.35 LESP: laboratorios estatales de
salud pública
4.2.36 LMC: leishmaniosis mucocutánea
4.2.37 LV: leishmaniosis visceral
4.2.38 m2: metros cuadrados
4.2.39 mg: miligramos
4.2.40 MIILD: Materiales impregnados
con insecticida de larga duración
4.2.41 ml: mililitros
4.2.42 ml/ ha: mililitros por hectárea
4.2.43 mm3: milímetros cúbicos
4.2.44 mm de Hg: milímetros de
mercurio
4.2.45 No.: número
4.2.46 NOM: Norma Oficial Mexicana
4.2.47 NS1: proteína no estructural 1
4.2.48 NT: nebulizaciones térmicas
4.2.49 OMS: Organización Mundial de
4.2.50 OPS: Organización Panamericana
de
4.2.51 PCR: reacción en cadena de la
polimerasa
4.2.52 PET: Tereftalato de polietileno,
conocido también como poliéster termoplástico
4.2.53 PPD: Siglas en inglés para
derivado proteico purificado
4.2.54 RM: enfermedad de las Montañas
Rocallosas
4.2.55 RNA: ácido ribonucleico
4.2.56 RR: rociado rápido
4.2.57 RT: rociado tradicional
4.2.58 RT-PCR: transcripción inversa -
reacción en cadena de la polimerasa
4.2.59 SIS-SS-FU: Sistema de
Información en Salud para Población Abierta
4.2.60 TA: tensión arterial
4.2.61 TE: tifo exantemático
4.2.62 TCR: tratamiento de cura
radical para paludismo
4.2.63 TDU: tratamiento en dosis única
para paludismo
4.2.64 TI: tasa de
infectividad
4.2.65 TM: tifo murino
4.2.66 TP: tasa de picadura
4.2.67 ULV: volumen ultra bajo
4.2.68 VON: Virus del oeste del Nilo
4.2.69 VUR: volumen ultra reducido
5. Codificación
De acuerdo con
Cuadro1
Clasificación
internacional de enfermedades transmitidas por vector
Clave de Codificación |
Padecimiento |
Dengue A90 A91 |
Fiebre del Dengue (Dengue Clásico) Fiebre del Dengue (Dengue Hemorrágico) |
Virus del Chikungunya A92.0 |
Fiebre viral hemorrágica de Chikungunya |
Virus del Oeste del Nilo A92.3 |
Fiebre del Nilo Occidental (Fiebre del Oeste del Nilo) |
Fiebre Amarilla A95.0 A95.1 |
Fiebre Amarilla selvática Fiebre Amarilla urbana |
Paludismo B50 B50.0 B50.8 B50.9 B51 B51.0 B51.8 B51.9 B52 B52.0 B52.8 B52.9 B53 B53.1 B53.8 B54 |
Paludismo
(Malaria) debido a Plasmodium
falciparum Paludismo
debido a Plasmodium falciparum con
complicaciones cerebrales Otro paludismo
grave y complicado, debido a Plasmodium
falciparum Paludismo
debido a Plasmodium falciparum, sin
otras especificaciones Paludismo
(Malaria) debido a Plasmodium vivax Paludismo
debido a Plasmodium vivax, con
ruptura esplénica Paludismo
debido a Plasmodium vivax, con
otras complicaciones Paludismo
debido a Plasmodium vivax, sin
complicaciones Paludismo
(Malaria) debido a Plasmodium malariae Paludismo
debido a Plasmodium malariae, con
nefropatía Paludismo
debido a Plasmodium malariae, con
otras complicaciones Paludismo
debido a Plasmodium malariae, con o
sin complicaciones Otro paludismo
(Malaria) confirmado parasitológicamente. Paludismo
debido a plasmodi Plasmodium de los
simios Otro paludismo,
confirmado parasitológicamente, no clasificado en otra parte Paludismo
(Malaria) no especificado |
Leishmaniosis B55 B55.0 B55.1 B55.2 B55.9 |
Leishmaniosis Leishmaniosis
visceral Kala-azar Leishmaniosis
cutánea post Kala-azar Leishmaniosis
cutánea Leishmaniosis
mucocutánea Leishmaniosis
no especificada |
Oncocercosis B73 |
Oncocercosis Ceguera de los
ríos Infección
debida a Onchocerca volvulus Oncocerciasis |
Enfermedad
de Chagas B57 B57.0 B57.1 B57.2 B57.3 B57.4 B57.5 |
Enfermedad de Chagas Enfermedad de Chagas, aguda,
que afecta al corazón Enfermedad de Chagas, aguda,
que no afecta al corazón Enfermedad de Chagas
(crónica), que afecta al corazón Enfermedad de Chagas
(crónica), que afecta al sistema digestivo Enfermedad de Chagas
(crónica), que afecta al sistema nervioso Enfermedad de Chagas (crónica),
que afecta a otros órganos |
Rickettsiosis A75 A75.0 A75.1 A75.2 A75.3 A75.9 A77 A77.0 A77.1 A77.2 A77.3 A77.8 A77.9 |
Fiebres tíficas Tifo exantemático epidémico
producido por Rickettsia prowasekii Tifo recrudescente de tifo
exantemático (enfermedad de Brill-Zinsser) Tifo murino producido por Rickettsia typhi Tifo de las malezas debido a Rickettsia tsutsugamushi Tifo no especificado Fiebre por garrapatas Fiebre manchada de las
montañas debida a Rickettsia rickettsii Fiebre manchada debida a Rickettsia conori Fiebre manchada debida a Rickettsia siberica Fiebre manchada debida a Rickettsia australis Otras fiebres manchadas Fiebre manchada no
especificada |
6. Medidas
generales de vigilancia, prevención y control
6.1. Vigilancia epidemiológica
Los procedimientos de vigilancia
epidemiológica rutinaria y especial se deben realizar conforme a lo establecido
en
6.2. Promoción de la salud
En particular, el personal adscrito al
componente de Promoción de
La promoción de la salud para la prevención
de las enfermedades transmitidas por vector, será una estrategia continua y
permanente orientada hacia el fomento del auto cuidado individual, familiar y
comunitario, con atención especial en la percepción del riesgo de infectarse,
enfermarse o morir de estas enfermedades y, más enfáticamente en la promoción
de comportamientos saludables para reducir los riesgos de exposición a estas
enfermedades. Se utilizarán todas las estrategias de comunicación disponibles y
apropiadas para cada situación, empezando con la comunicación cara a cara,
pláticas a grupos o talleres comunitarios, además de mensajes escritos
domiciliados, folletos diversos, carteles fijos o mural, espectaculares fijos y
móviles, a través de los medios masivos de comunicación y/o línea telefónica
con servicio de larga distancia gratuito, con el propósito de motivar,
informar, orientar y lograr la participación activa de los individuos y los
grupos organizados, para facilitar y apoyar las actividades de vigilancia, prevención
y control de las enfermedades transmitidas por vector. La responsabilidad de
estas estrategias de comunicación social y capacitación recae en los tres
niveles de gobierno, quienes acordarán junto con el CENAVECE,
6.2.1. Acciones
de promoción a realizar con la comunidad.
6.2.1.1. Se
debe informar y educar a la población, motivar actitudes solidarias y de colaboración
ciudadana, así como producir cambios de las conductas adversas a la salud
individual o colectiva. Dentro de las acciones de mejoramiento de la vivienda
está resanar o encalar las paredes, la instalación de mallas de mosquitero en
puertas y ventanas, y piso firme.
6.2.1.2. Informar
sobre la importancia de las enfermedades transmitidas por vector como problema
de salud pública, sobre todo del tipo de enfermedades y sus vectores que
existen en el país y, principalmente, en la región en que residen o hacia
aquellos lugares que frecuentan fuera de su localidad de residencia, por
motivos de trabajo.
6.2.1.3. Brindar
a la población los conocimientos básicos sobre los mecanismos de transmisión,
del riesgo de adquirir alguna de estas enfermedades y de su repercusión social
y económica, con el propósito de motivar la aceptación de los Programas de
Acción Específicos de Dengue, Paludismo y Otras Enfermedades Transmitidas por
Vector, así como su participación en las actividades individuales, familiares y
del nivel comunitario.
6.2.1.4. En
virtud de que en las viviendas es donde generalmente se presentan las
condiciones que favorecen la transmisión de estas enfermedades, se deben
promover y vigilar acciones concretas, sencillas y económicas para modificar
aquellos aspectos que incrementan el contacto de los vectores y la población.
6.2.1.5. Los
representantes de salud deben promover que la participación sea conducida por
la comunidad y sus autoridades, apoyando en los diferentes aspectos que la
favorecen, hasta lograr que éstas sean parte de la cultura para lograr el
bienestar.
6.2.1.6. La
participación comunitaria se dirige a controlar los hábitats y evitar el
contacto de la población con los riesgos que favorecen la presencia de estas
enfermedades.
6.2.1.7. Para
la reducción del riesgo entomológico con participación comunitaria y social,
incluyendo la participación intersectorial, se debe modificar (eliminar
definitivamente) o manipular (eliminar temporalmente) los criaderos de
mosquitos.
6.2.1.7.1 Para
anofelinos son las formaciones de algas verdes filamentosas que crecen en los
ríos durante la época de secas y diversa vegetación litoral en estanques
pantanos, lagunas y bordes de los cursos de agua en movimiento.
6.2.1.7.2 Para
aedinos, la reducción de fuentes, mediante la eliminación de criaderos no
útiles y el manejo de recipientes donde se almacena agua, mediante su lavado
periódico, uso de tapaderas para cubrirlos y voltear los recipientes no en uso.
Además se deberá tener una especial atención en llantas, las cuales constituyen
algunos de los mejores criaderos de aedinos, mediante su destrucción
(triturado), perforación o embolsado y bajo techo.
6.2.1.7.3 Para
piojos, pulgas, chinches, ácaros y garrapatas, eliminar basura en las
proximidades de las viviendas, eliminar fauna nociva, tratar con
ectodesparasitantes a los animales domésticos, chapear el peridomicilio y
limpiar y desinfectar muebles, ropa, sábanas, etc.
6.2.2. Acciones
de promoción a realizar en el Municipio.
Los gobiernos de las entidades
federativas serán los responsables de promover la participación de los
ayuntamientos para el cumplimiento de las acciones que en el ámbito de
competencia municipal, inciden en la prevención y control de las enfermedades
transmitidas por vector. Para lo anterior, los Servicios de Salud deberán:
6.2.2.1. Establecer
coordinación con las autoridades municipales con la finalidad de establecer
alianzas estratégicas que de manera concertada les permitan trabajar
conjuntamente en la reducción de riesgos específicos. Los gobiernos de las
entidades federativas informarán previamente a los ayuntamientos sobre las
enfermedades transmitidas por vector, sus condicionantes y determinantes y la
situación prevalente de las mismas en el municipio.
6.2.2.2. Exhortar
a la autoridad municipal para que, de acuerdo a sus planes y programas, aporte
recursos humanos y/o materiales para las acciones de prevención y control de
las enfermedades transmitidas por vector.
6.2.2.3. Establecer
comités municipales de salud con énfasis en las enfermedades transmitidas por
vector y sesionar con la periodicidad que dicte el estado actual de
transmisión.
6.2.2.4. Exhortar
a la autoridad municipal para que contribuya en la identificación de actores o
grupos sociales que pueden participar en las acciones de prevención de las
enfermedades transmitidas por vector.
6.2.2.5. Concertar
la participación de los servicios públicos municipales en las campañas de
comunicación social para invitar a los residentes a que mantengan sus patios
limpios, instalen mallas de mosquitero en puertas y ventanas y limpien sus
lotes baldíos.
6.2.2.6. Exhortar
a la autoridad municipal a que lleve a cabo y coordine campañas de
descacharrización periódicas, especialmente antes de la época de lluvias con
énfasis en el acopio de neumáticos en desuso y su disposición final.
6.2.2.7. Verificar
conjuntamente con los servicios públicos municipales que los espacios bajo su
control, como mercados, escuelas, parques, panteones y edificios públicos se
mantengan libres de criaderos de mosquitos y cuenten con barreras físicas que
eviten la entrada de insectos hematófagos en espacios cerrados.
6.2.2.8. Coordinar
la participación de servicios públicos municipales en campañas de certificación
de áreas y edificios no residenciales como libres de criaderos de mosquitos
invitando a los propietarios a instalar barreras físicas para evitar el ingreso
de insectos hematófagos.
6.2.2.9. Participar
con los Comités de Seguridad en Salud durante emergencias derivadas de
desastres naturales o por epidemias de alguna enfermedad, promoviendo que la
acción municipal sea integral e integrada con las instancias gubernamentales
pertinentes en las acciones de mitigación de las afectaciones directas y evitar
riesgos a la salud posteriores.
6.2.3. Acciones
de promoción para el fomento de
6.2.3.1. Informar
a los sectores público y privado de la situación prevalente de las enfermedades
transmitidas por vector y establecer alianzas estratégicas.
6.2.3.2. Exhortar
a los sectores público y privado para que, de acuerdo a sus planes y programas,
aporte recursos humanos y/o materiales para las acciones de prevención y
control de las enfermedades transmitidas por vector.
6.2.3.3. Exhortar
a los sectores público y privado a mantener los espacios bajo su control, como
libres de criaderos de mosquitos e instalen barreras físicas a la entrada de
insectos hematófagos en espacios cerrados.
6.2.3.4. Exhortar
a los sectores público y privado a participar en las diversas campañas de
prevención y control de las enfermedades transmitidas por vector.
6.3.
Manejo integrado de Vectores.
Involucra el uso de dos o más
metodologías o tácticas de control de los vectores de enfermedades, usualmente
empezando con las acciones que ejerzan el menor impacto ambiental, tomando
siempre como última opción el uso de agentes químicos sintéticos. Las
metodologías a usar son el control físico (mejoramiento de la vivienda y manejo
del ambiente para desfavorecer el desarrollo de los vectores de enfermedades),
químico, biológico, biorracional y regulatorio. Está claro que mientras se
presenten casos de la enfermedad que se desea controlar o suprimir, se
justifica el uso de todas las medidas necesarias. El impacto esperado es
reducir o interrumpir el contacto humano-vector. Promover y llevar a cabo el
Manejo Integrado de Vectores es responsabilidad del personal adscrito a los
programas de vigilancia, prevención y control de las enfermedades transmitidas
por vectores en el sector salud en particular y de todo el personal de salud en
general.
6.3.1.
En el control físico se promoverá, en las localidades endémicas, de acuerdo a
la enfermedad y especie del vector. También se promoverá que las acciones de
mejora de las viviendas previstas en los numerales 6.3.1.1 al 6.3.1.4, las
lleven a cabo los moradores de acuerdo a sus posibilidades económicas y que los
programas de apoyo social de otras instancias de gobierno las favorezcan.
Las acciones previstas en los
numerales 6.3.1.5 deberán ser promovidas y realizadas por las autoridades
municipales y comunitarias: aplanado de pisos y paredes con cemento,
construcción de techos completos; encalamiento de paredes a fin de cubrir la
superficie o rellenar las grietas en donde anidan algunos vectores.
6.3.1.1. Protecciones
para evitar el acceso de vectores a las viviendas, mediante la instalación de
mallas de alambre o material sintético en puertas y ventanas, así como el
empleo para dormir de pabellones mosquiteros impregnados o no con insecticidas.
6.3.1.2. Saneamiento
del peridomicilio; la no acumulación de recipientes, escombros, madera,
tabiques, basura u otros objetos que proporcionan abrigo a vectores, además se
deberá chapear la vegetación para evitar que esos vectores tengan refugios
naturales y facilidad de acceso a las viviendas y a los animales domésticos.
6.3.1.3. Eliminación de vegetación que
favorece el desarrollo de larvas An.
pseudopunctipennis, An. albimanus y
An. vestitipennis, mediante la
eliminación de algas verdes filamentosas y otros tipos de vegetación, ayuda a
reducir considerablemente la densidad de larvas y mosquitos adultos cuando se
realiza en ríos, arroyos o charcas durante la época de sequía; se debe
capacitar y organizar.
6.3.1.4. Eliminación de recipientes no
útiles que retengan agua y que potencialmente constituyan criaderos de los
vectores del dengue y virus del oeste del Nilo, es una medida complementaria
para la que esta Norma establece, que debe ser una acción que parta de las
autoridades municipales y de la comunidad, que tenga como objetivo disminuir la
basura, incluidos los cacharros y que las autoridades locales de salud
motivarán, apoyarán y evaluarán,
6.3.1.5. Eliminación de tiraderos de
basura irregulares en las comunidades para reducir la proliferación de fauna
nociva.
6.4. El empleo de insecticidas y
repelentes.
Para proteger la salud pública se limitará a los productos que reúnan
las condiciones y bajo las recomendaciones siguientes:
6.4.1. Condiciones que deben reunir los
productos:
6.4.1.1. Que el producto cuente con las
autorizaciones sanitarias que establezca
6.4.1.2. Que la población de insectos
objeto del control no exhiba resistencia manifiesta al producto en laboratorio
y campo.
6.4.1.3. Que el insecticida demuestre
eficacia biológica (mortalidad sobre insectos blanco), es decir, mortalidad >98%
en bioensayos estándar de la especie examinada.
6.4.1.4. Que la población de insectos
objeto del control sea susceptible a la dosis recomendada de campo al producto
de interés, es decir, mortalidad >98% en pruebas de susceptibilidad
estándar de la especie examinada.
6.4.1.5. Que el producto formulado no
dañe los equipos de aplicación.
6.4.1.6. Que se degrade y bio-transforme
rápidamente en el ambiente, una vez que es aplicado.
6.4.1.7. Que sean recomendados por
organismos u agencias gubernamentales regulatorias y protección al ambiente
internacionales y/o que existan artículos científicos publicados sobre su
eficacia en revistas internacionales con arbitraje.
6.4.1.8. Que sean evaluados mediante
protocolos estandarizados de investigación científica por, al menos por dos instituciones
mexicanas reconocidas como terceros autorizados por el CENAVECE.
6.4.1.9. Que no haya recomendaciones
adversas significativas sobre su uso, emitidas por alguna institución o agencia
nacional o internacional, de un posible daño a las personas, organismo no
blanco o el ambiente, por exposición a dosis superiores a las permitidas o
efecto tóxico agudo o crónico.
6.4.1.10. Adicionalmente se recomienda que
la aplicación de insecticidas se planee en años intercalados de productos que
compartan mecanismos de resistencia.
6.4.1.11. El grupo de expertos en
insecticidas, integrado por personal profesional, adscrito a instituciones de
enseñanza e investigación nacionales, de prestigio reconocido en el campo de
insecticidas para su uso en salud pública y que manifiesten por escrito no
tener conflicto de intereses, será convocado por el CENAVECE, efectuará
monitoreos periódicos de los perfiles de resistencia, dependiendo del insecto
vector, por ciudad, región o estado y, basado en esos resultados, emitirá recomendaciones
sobre los productos a utilizar por región.
6.4.1.12. Anualmente el CENAVECE emitirá
una convocatoria para la revisión de nuevos productos a ser recomendados para
su uso el año próximo en las campañas de salud pública.
6.4.1.13. Anualmente el CENAVECE emitirá
una convocatoria para revisar notificaciones sobre efectos adversos
significativos de productos en uso para su no recomendación futura.
6.4.1.14. Periódicamente, como resultado
de las convocatorias señaladas en los puntos 6.4.11 y 6.4.12, se actualizará la
lista de productos recomendados para su uso, misma que será publicada en la
página de Internet de
6.4.1.15. Los productos recomendados
permanecerán en la lista a que se refiere el numeral anterior por el mismo periodo
de vigencia que
6.4.1.16. Para la renovación de los
productos recomendados deberán ser evaluados antes del término del periodo de
vigencia anterior.
6.4.1.17. Las convocatorias señaladas en
6.4.1.12. y 6.4.1.13. deberán mencionar como requisito, las siguientes pruebas
de eficacia:
6.4.1.17.1. Para adulticida en rociados
espaciales: que en pruebas de penetración lineal, ocasione una mortalidad aguda
>90% a 80 m. y en pruebas domiciliares con obstáculos, ocasione una
mortalidad >75%.
6.4.1.17.2. Para adulticidas en rociado
residual: Mortalidad aguda >98% y efecto residual >75%
durante 4 meses como mínimo.
6.4.1.17.3. Para adulticidas incorporados en
mosquiteros de cama o cortinas: se empleará materiales impregnados con
insecticida de larga duración (MIILD), resistente a lavadas múltiples; deberá
observarse una mortalidad aguda >98% y efecto residual mínimo de 1
año.
6.4.1.17.4. Para larvicidas: Mortalidad
aguda >98% y/o inhibición de la emergencia >90%, con efecto
residual en productos químicos sintéticos y biorracionales > 2 meses
y efecto residual en productos biológicos > 3 semanas.
6.4.1.17.5. Para repelentes: que su efecto
sea de al menos 6 horas de duración en > 90% de las personas tratadas
y que no genere efectos adversos agudos ni crónicos.
6.4.2. Métodos para la aplicación de
insecticidas:
6.4.2.1. El personal que aplique algún
insecticida para el control de insectos vectores, debe contar con el equipo de
protección personal recomendado por
6.4.2.2. Control de formas larvarias. La
aplicación de insecticida en los criaderos de vectores se hace manualmente, con
bombas de compresión manual o con motomochilas. Los equipos de aplicación deben
ser adaptados de acuerdo a la formulación de aplicación, la cual puede ser en
seco o líquida. De acuerdo a la formulación del larvicida (líquida o sólida) y
a su naturaleza (químico, biorracional o biológico), se harán las aplicaciones,
a dosis que permitan ejercer un control efectivo del vector que se desea
controlar. Alternativamente y en caso de que estén disponibles, se pueden usar
peces larvívoros como Gambusia affinis, el
pez nativo Poecilia sphaenops y el
pez exótico Tilapia sp. Los peces
larvívoros se recomiendan para piletas o pozos de agua en zonas rurales y en
cuerpos de agua transitorios o artificiales (estanques para bebederos de ganado
o canales de irrigación) pero no naturales.
6.4.2.3. Control de mosquitos adultos con
insecticidas de acción residual. La aplicación se hace con la técnica de
aspersión con bombas de compresión manual para el rociado tradicional (RT), en
donde se generan gotas > 100 micras de diámetro medio de gota (DMG) o con
motomochilas para el rociado rápido (RR) a bajo volumen (BV) aplicando gotas de
50-100 micras DMG. El insecticida es asperjado por RT o RR, sobre las
superficies interiores, pared y techo, dentro de las viviendas y en el
peridomicilio.
6.4.2.4. En casos especiales como la
infestación del humano por piojos, se aplican insecticidas de baja toxicidad en
cabeza, cuerpo y ropas de vestir o de cama en formulaciones de polvos, talco o
jabones; en el caso de animales domésticos o ganado infestados por garrapatas,
es mediante baños garrapaticidas o rociado directo. Estas acciones se deben
coordinar con SAGARPA. En las viviendas y edificios se aplican los insecticidas
de acción residual.
6.4.2.5. Aplicaciones de acción efímera.
Se aplican insecticidas en espacios abiertos y cerrados, en áreas urbanas y/o
rurales, en los refugios naturales de los insectos, en interiores de casas
habitación, edificios y locales. Se trata de los denominados rociados espaciales
de aerosoles a Volumen Ultra Reducido (VUR) en neblina fría o nebulización
térmica. Estas aplicaciones serán responsabilidad exclusiva del Sector Salud y
en su caso, la participación de particulares deberá estar bajo la supervisión y
sanción de
6.4.3. Equipos de aplicación de
insecticidas. Se emplearán equipos pesados o ligeros y los encargados de su
operación serán técnicos debidamente capacitados por el personal estatal de
Vectores adscrito al área de manejo y mantenimiento de maquinaria y aplicación
de insecticidas. En dicha capacitación participará personal federal y estatal
de aplicación de insecticidas. Se emplearán equipos pesados o ligeros y los
encargados de su operación serán técnicos debidamente capacitados por el personal
de Vectores. En dicha capacitación participará personal federal y estatal.
6.4.3.1. Los rociados espaciales de
aerosoles VUR asperjan insecticidas con equipos motorizados ligeros o pesados,
que los fraccionan en gotas muy pequeñas para optimizar su flotabilidad el
tiempo suficiente para contactar mosquitos y provocar su muerte.
6.4.3.2. Equipos pesados. Las gotas
óptimas esperadas para equipos pesados aplicando VUR son de 15-25 micras DMG.
Deben además tener potencia suficiente para que el insecticida penetre hasta
6.4.3.3.
Equipos portátiles. Las gotas óptimas esperadas para los equipos ligeros
aplicando VUR, son de 25-30 micras DMG. Las motomochilas deben contar con
potencia suficiente para que el insecticida penetre hasta
6.4.3.4. Todo
equipo que se introduzca para su uso en el programa, deberá ser evaluado por
terceros autorizados, aunque también se considerarán evaluaciones efectuadas
por personal de los gobiernos de las entidades federativas.
6.4.3.5. Las
evaluaciones efectuadas por terceros autorizados serán de acuerdo a protocolos
basados en los criterios de
6.4.3.6. Las
evaluaciones de equipo para la aplicación de insecticidas que realicen los
servicios estatales de salud, deberán ser presentadas para su consideración al
CENAVECE, antes de adquirir cualquier equipo diferente al disponible.
6.4.3.7. En
las evaluaciones se considerará: flujo de descarga, tamaño de gotas que genere,
capacidad para dispersar la niebla, alcance en áreas abiertas, penetración en
casas habitación y anexos, rendimiento, funcionalidad y disponibilidad de
refacciones.
6.4.3.8. Los
equipos que pasen las pruebas de eficacia y rendimiento serán incluidos en
listas de equipos aprobados por el CENAVECE.
6.4.3.9. Los
equipos en uso, para su buen funcionamiento y que su periodo de vida útil se
extienda, deberán recibir mantenimiento preventivo y correctivo constante.
6.4.3.9.1. El mantenimiento básico preventivo deberá incluir limpieza constante
de los equipos (de preferencia diariamente), además de calendarizar revisiones
con periodicidad mensual y revisión general trimestral, siendo las últimas dos
actividades demostrables por medio de bitácoras.
6.4.3.9.2. El mantenimiento correctivo, especialmente para mantener bien
calibrado el gasto de insecticida y su tamaño de gota, deberá ser efectuado
constantemente, además de reparar cualquier falla de forma inmediata.
6.4.3.9.3. Los cuidados diarios de rutina deberán ser efectuados por el operador
del equipo en cuestión; el mantenimiento y revisión trimestral lo llevará a
cabo personal capacitado de los gobiernos de las entidades federativas. El
personal técnico especializado del Programa Nacional brindará la asesoría
necesaria.
6.5.
Vigilancia entomológica y evaluación del control vectorial.
6.5.1.
Tendrán como finalidad: estimar la densidad o de la abundancia de la población
de vectores, sea en sus estados juveniles o en la etapa adulta, en diferentes
lugares y en diferentes estaciones del año; determinar los factores de riesgo
relacionados a la presencia de poblaciones de vectores y condicionantes para la
transmisión de patógenos de las enfermedades transmitidas por vector; evaluar
la eficacia de las acciones y los productos insecticidas empleados (dosis
óptimas, residualidad); monitorear resistencia de los vectores a insecticidas y
valorar el rendimiento de los equipos con los que se aplican. El personal
profesional y técnico en entomología adscrito al nivel estatal y local será el
responsable de llevar a cabo los trabajos referidos en los numerales 6.5.2 al
6.5.7.
6.5.2. Para
ubicar criaderos o refugios naturales se realizará reconocimiento geográfico,
con levantamiento o actualización de croquis, muestreos
entomológicos/acarológicos de acuerdo al vector.
6.5.3. Reconocimiento
de variaciones en la distribución o abundancia de las poblaciones y detección
de la introducción de vectores en nuevas áreas o de vectores exóticos
(procedentes de otras áreas biogeográficas).
6.5.4. Para
evaluación del impacto de las acciones de control de los vectores, incluidas la
aplicación de insecticidas o medidas de control físico o biológico.
6.5.5. Para
valoración de susceptibilidad y resistencia a los insecticidas empleados
(estimación semestral). Pruebas biológicas de pared (estimación mensual) para
insecticidas de acción residual, mediante la exposición de mosquitos adultos a
superficies rociadas, para determinar la vida útil del insecticida. Pruebas
biológicas en cuerpos de agua para determinar la persistencia de larvicidas
(estimación mensual). Pruebas de efectividad de penetración de la niebla fría o
térmica en pruebas lineales o en viviendas (con obstáculos), (estimación anual)
para determinar la eficacia de los adulticidas de acción efímera.
6.5.6. Para
ensayos de evaluación de máquinas, equipos e insecticidas. Medición de gotas de
aerosol mediante equipos sensores de filamento electrónicos y pruebas de
penetración de la niebla fría o térmica en pruebas lineales o en viviendas con
obstáculos.
6.5.7. Para
la determinación de la prevalencia de vectores infectados por microorganismos.
6.5.8. El
control de calidad de muestras entomológicas y la identificación taxonómica de
los artrópodos con importancia médica se llevará a cabo por el Laboratorio de
Entomología del InDRE, por lo que los LESP, deberán enviar el 10% de muestras
positivas (artrópodos con importancia médica) y el 5% de muestras negativas
(artrópodos sin importancia médica). Los ejemplares deberán enviarse de acuerdo
a las indicaciones contenidas en el instructivo para envío y recepción de
muestras foráneas del InDRE, disponible en www.cenavece.salud.gob.mx/indre.
6.5.9. Capacitación
general. El personal de los servicios del Sistema Nacional de Salud deberá
recibir capacitación inicial y adiestramiento, de acuerdo con los manuales de
organización y procedimientos vigentes para el fomento de la salud, la
promoción y fomento sanitario de las comunidades, la búsqueda de los enfermos
mediante la notificación y la pesquisa domiciliaria, los diagnósticos clínicos,
virológicos, parasitoscópicos y serológicos, los estudios entomológicos, el
suministro de los medicamentos, la investigación de los casos, y la aplicación
de medidas contra los vectores. La responsabilidad de estas acciones recae en
los responsables estatales y jurisdiccionales o sus equivalentes
institucionales apoyados por el Programa Nacional de Vigilancia, Prevención y
Control de Enfermedades Transmitidas por Vector, incluyendo los aspectos de
vigilancia epidemiológica (DGE) y laboratorio (InDRE).
7. Medidas específicas de vigilancia, diagnóstico, tratamiento,
prevención y control
7.1. Dengue
7.1.1. Epidemiología
del dengue.
El dengue es la enfermedad
transmitida por vector más importante en México en vista de que hasta el
momento ocurre en 28 estados de
7.1.2. Diagnóstico
del dengue.
7.1.2.1. Se
debe obtener una muestra de sangre completa por venopunción (Aprox. 5
mililitros), para procesarla y obtener el suero (Aprox. 2.5 mililitros) que
será enviado al LESP para el ensayo. La muestra debe mantenerse siempre en
refrigeración (2-
7.1.2.2. Las
técnicas alternativas para confirmar o descartar un caso probable en los
primeros días de haber iniciado con la fiebre (0-5 días) es la identificación
de la proteína no estructural NS1 del virus Dengue. Determinación de IgG por
ELISA. Unicamente para muestras que estén entre 0-3 días después del inicio de
los síntomas. Determinación de IgM por ELISA, únicamente para las muestras que
tengan entre 4-5 días de haber iniciado la fiebre.
7.1.2.3.
Una muestra negativa a las tres pruebas previas se considera negativa a dengue
y se continúa con el diagnóstico diferencial para EFEs o Leptospira,
Rickettsias, Hantavirus (en caso de signos hemorrágicos). Ante casos de fiebre
icterohemorrágica y viajeros de zona endémica se sugiere realizar diagnóstico
diferencial para Fiebre Amarilla.
7.1.2.4.
Para muestras recibidas en el Laboratorio con > 6 días de haber
iniciado la fiebre, se inicia el proceso con la determinación de IgM por ELISA.
7.1.2.5. En
dado caso que se obtengan resultados indeterminados por alguna de las técnicas
mencionadas anteriormente se procederá de la siguiente forma:
7.1.2.4.1. Indeterminado para NS1 por ELISA. Se deberá realizar determinación de
IgM según sea el caso.
7.1.2.4.2. Determinación de IgM por ELISA. Se deberá realizar determinación de
IgG.
7.1.2.4.3. Determinación de IgG por ELISA. Se deberá repetir la prueba y si se
obtiene el mismo resultado (indeterminado) se enviará al InDRE para referencia.
7.1.2.4.4. La vigilancia virológica para
identificar los serotipos circulantes se hará mediante: aislamiento viral;
además de aislamiento viral, en todas las formas graves de FD y FHD se
realizará RT-PCR y; aislamiento e identificación de serotipos por
inmunofluorescencia.
7.1.2.4.5. Durante situaciones de brotes,
emergencias e inundaciones es necesario contar con diagnósticos oportunos en
sitios a veces inaccesibles para evitar el exceso de trabajo que acumula el
LESP, para lo que se usarán pruebas rápidas. La decisión de cuando usarla será
con base al Manual de Vigilancia Epidemiológica y debe ser definido por Vigilancia
Epidemiológica Estatal, previa autorización por
7.1.3. Tratamiento de la fiebre por
dengue y fiebre hemorrágica por dengue.
El tratamiento médico del dengue se define según cuatro grupos que
indican la gravedad del cuadro clínico.
7.1.3.1. Los grupos que indican la
gravedad del cuadro clínico del dengue son:
Grupo A Con fiebre y manifestaciones generales.
Grupo B Con petequias u otro sangrado.
Grupo C Con signos de alarma.
Grupo D Con choque por dengue.
7.1.3.2. El tratamiento para pacientes
clasificados dentro del Grupo A es ambulatorio, básicamente sintomático, con
reposo en el hogar e hidratación oral. Como antipirético debe utilizarse
acetaminofén (contraindicados los analgésicos anti-inflamatorios no esteroides,
como el ácido acetilsalicílico, naproxeno o metamizol); se requiere de
observación subsecuente para valorar el curso clínico de la enfermedad y su
posible transición a fiebre hemorrágica por dengue.
7.1.3.3. Los signos de alarma que indican
deterioro del paciente y un posible cuadro hemorrágico son: Dolor abdominal
intenso y sostenido, vómitos persistentes y frecuentes, descenso brusco de la
temperatura, irritabilidad, somnolencia, derrame seroso, frialdad de la piel o
piel congestiva. La información al paciente respecto a los signos de alarma y
su identificación temprana es crítica para que, en caso necesario, solicite y
reciba referencia y atención en el segundo nivel de atención.
7.1.3.4. El tratamiento para los
pacientes de los grupos B, C y D se realiza en el segundo nivel de
atención y se basa en la administración de soluciones cristaloides y control de
sangrados. Se debe tener presente que la administración excesiva de líquidos
conduce a más extravasación y de no moderarse, lleva a edema pulmonar agudo,
insuficiencia cardiorrespiratoria y muerte. El tratamiento en la fase de choque
tiene por objeto mantener la diuresis y no intentar corregir la hipotensión;
ésta se corregirá gradualmente pasando las 12 a 24 horas críticas con un buen
tratamiento de sostén.
7.1.3.5. Los enfermos con fiebre
hemorrágica por dengue con enfermedades concurrentes del tipo de la diabetes
mellitus e hipertensión arterial generalmente presentan cuadros más severos y
con complicaciones que deben ser atendidas En todos los casos se realizarán
diariamente estudios de laboratorio y gabinete para vigilar la
hemoconcentración, la trombocitopenia y el derrame pleural o la ascitis.
7.1.4. Vigilancia entomológica del
dengue.
En las áreas endémicas, se debe realizar estudios para detectar,
presencia, densidad y distribución de vectores a fin de estimar los riesgos
entomológicos de transmisión y evaluar el impacto después de intervenciones
antivectoriales:
7.1.4.1. Para estadios larvario y de
pupa. Muestreo de casas inspeccionando recipientes con o sin agua y con o sin
larvas, antes y después de aplicar acciones de control; tipificación de
recipientes positivos, para sugerir acciones de control y eliminación
específicas.
7.1.4.1.1. Indicadores entomológicos
larvarios. El grado de infestación por
Aedes aegypti o Ae. albopictus; los niveles de infestación previos a la
aplicación de medidas de control y el impacto de las mismas, se expresará en
los siguientes indicadores: casas positivas a larvas, recipientes positivos,
índice de Breteau, casas positivas a pupas, índice poblacional de pupas.
7.1.4.1.2. Criterios operativos de control
larvario. Para la evaluación de acciones de control larvario con saneamiento
específico y/o uso de larvicidas químicos o biológicos, se emplea el
comparativo de los índices entomológicos, comparando valores previos y posteriores
a la aplicación de las medidas de control; los valores de referencia indicarán
control óptimo, bueno y deficiente o de alarma y emergencia, según se refiere
en Vigilancia entomológica de los vectores del Dengue en fase larvaria,
disponible en www.cenavece.salud.gob.mx/dengue.
7.1.5.1. Para imagos. La vigilancia
entomológica de los vectores del dengue en fase adulta se realiza mediante la
instalación de ovitrampas monitoreadas de forma longitudinal y prospectiva con
muestreos semanales.
7.1.5.1.1. Indicadores entomológicos. La
estimación indirecta de infestación de imagos hembras de Aedes aegypti o Ae. albopictus previa a la aplicación de medidas de
control, así como el impacto de las mismas, se expresará en los siguientes
indicadores: ovitrampas positivas, tasa de ovipostura y huevos por manzana. Se
calculará también, la tasa de oviposición cualitativa y cuantitativa.
7.1.5.1.2. Criterio operativo de control de
imagos. Para la evaluación de acciones de control de imagos con rociado
intradomociliario residual, nebulizaciones intradomiciliarias o nebulizaciones
espaciales abiertas, se emplea el comparativo de índices entomológicos
comparando valores previos y posteriores a la aplicación de las medidas de
control; los valores de referencia indicarán control entomológico óptimo,
bueno, deficiente, alarma y emergencia para dengue. El total semanal de huevos
por manzana será el riesgo relativo de transmisión. La curva elaborada con las
tasas de oviposición y huevos por manzana, comparativamente con la curva de
casos probables y confirmados de dengue, permite evidenciar riesgo entomológico
por áreas operativas y los periodos más propicios para acciones preventivas;
evalúa también resultados del control.
7.1.5.2. Riesgo de presencia de
mosquitos. Consiste en la estimación del índice de calidad de la vivienda y
representa el grado de protección que la vivienda brinda a sus moradores y
consecuentemente, el riesgo de presencia de mosquitos. Los indicadores son
tres: apariencia de la vivienda (barreras físicas en las paredes y recipientes
con agua sin tapa), sombra en el patio y limpieza. A cada indicador se le
asigna una categoría de bajo, moderado o alto riesgo y su resultante es un
estimador de la posible presencia de mosquitos en la vivienda encuestada. La escala
va de 3-4 (bajo riesgo), 5-7 (moderado riesgo) y 8-9 (alto riesgo).
7.1.6. Manejo integral de vectores del
dengue.
Serie de medidas de control tanto físico, como químico, biológico y
biorracional aplicadas de forma secuencial y/o sincronizada para reducir
efectivamente las poblaciones del vector.
7.1.6.1. Control físico. Se recomienda
aplicar la estrategia de vivienda y agua segura, la cual consiste en promover
la instalación de barreras físicas en las viviendas para impedir el acceso de
mosquitos a las viviendas (vivienda segura), al tiempo que se mantiene el patio
limpio y se cuida el agua almacenada (agua
segura). Los recipientes domésticos con agua se manejarán de la siguiente
manera: voltear aquellos que no se estén usando, lavar regularmente los
recipientes en uso con agua, jabón y cloro, una vez por semana, tapar o cubrir
los recipientes donde se almacena agua (cubetas, piletas, tinacos, cisternas y
pozos), eliminar los recipientes que los residentes consideren inútiles, poner
bajo techo los recipientes para que no acumulen agua de lluvia y mantener
limpios canales de desagüe y el drenaje de las viviendas para evitar que el
agua quede estancada.
7.1.6.2. Control químico, biológico o
biorracional. Este se llevará a cabo mediante insecticidas dirigido a
diferentes etapas del ciclo de vida del vector, estadios inmaduros o adultos
(imagos), aplicando larvicidas o adulticidas químicos, biológicos o
biorracionales. Los adulticidas aplicados pueden ser de acción efímera y/o
adulticidas de acción residual.
7.1.6.3. La forma de aplicar las medidas
de manejo integrado es mediante:
7.1.6.3.1. Barridos de localidades,
aplicación periódica de las medidas en toda la localidad.
7.1.6.3.2. Control focalizado a viviendas
con casos probables incidentes, áreas de elevado riesgo entomológico mediante
los indicadores de densidad de huevos conforme al numeral 7.1.5.1.1 o áreas de
elevado riesgo de presencia de mosquitos como se establece en el numeral
7.1.5.2.
7.2. Paludismo
7.2.1. Epidemiología del paludismo.
El paludismo fue la principal enfermedad transmitida por vector en
México hasta la década de los 90, el último repunte de magnitud considerable
se dio a mediados de los 80 después de que desaparece
7.2.2.
Vigilancia epidemiológica del paludismo.
La vigilancia epidemiológica de
esta enfermedad se basa en la identificación oportuna de casos sospechosos de
paludismo, los cuales, clínicamente, presentan accesos febriles, escalofríos y
sudoración con periodicidad terciana o cuartana y tienen la característica de
residir o provenir de áreas endémicas.
Se lleva a cabo mediante
personal comunitario conocido como notificante voluntario. A este promotor de
la salud en su comunidad, acuden los pacientes febriles actuales y recientes
locales, y los que viven o proceden de áreas de riesgo. El notificante tomará
una muestra de sangre periférica y la remitirá para su observación al
microscopio, a la unidad de salud más cercana o a la jefatura del área de salud
más próxima. Otra variante de la vigilancia la llevan a cabo las unidades
médicas del Sistema Nacional de Salud mediante la búsqueda pasiva intramuros,
cuando la población acude al servicio y finalmente el personal del programa
mediante la búsqueda activa ante situaciones de brote o complementaria en la
visita periódica que realiza a las localidades consideradas prioritarias para
el programa, todas las muestras de sangre deberán ser entregadas y observadas
en un lapso menor a los cinco días para el tratamiento oportuno y notificación a
los enfermos.
7.2.2.1. La
búsqueda activa de casos se realiza ante la presencia de exacerbaciones de la
transmisión o en situaciones de brote debidas a inundaciones o desastres
naturales, dicha búsqueda será responsabilidad de los servicios de salud de los
estados y se calendarizarán periodos de visitas casa por casa para identificar
oportunamente a los enfermos, una vez controlado el brote o emergencia se
instala nuevamente la búsqueda pasiva.
7.2.2.2. La
intensidad de la vigilancia epidemiológica deberá adaptarse a la situación
epidemiológica del área a vigilar.
7.2.3. Diagnóstico
del paludismo.
El diagnóstico deberá realizar
en una muestra de sangre obtenida por punción digital mediante el examen
microscópico de gota gruesa de sangre o mediante una prueba rápida con tira
reactiva Los resultados de esta última deben ser leídos de forma inmediata. Al
detectar un caso de paludismo se deberá tomar muestra a los convivientes, aun
cuando éstos no presenten sintomatología para investigar el diagnóstico de
paludismo, usando las mismas pruebas.
7.2.3.1. Parasitoscópico.
Es la técnica de elección y se realiza mediante la observación al microscopio
de una muestra de sangre (gota gruesa) teñida, buscando la presencia de
plasmodios en cualquiera de las formas presentes en sangre periférica. La
técnica de la toma de muestra, su tinción, lectura e interpretación de
resultados se describen en la Guía para la implementación y demostración de
alternativas sostenibles de control integrado de la malaria en México y América
Central, disponible en www.cenavece.salud.gob.mx.
7.2.3.2. Otras
pruebas diagnósticas. Las tiras reactivas para prueba rápida y la serología se
emplean generalmente con fines de investigación operativa; el resultado con
pruebas rápidas debe ratificarse o rectificarse mediante un estudio de gota
gruesa y, sólo en caso de que no se tome la gota gruesa, el resultado de la
tira reactiva por sí sola, se considerará como válido.
7.2.4. Tratamiento
del paludismo.
Los esquemas de tratamiento para
el paludismo tiene tres objetivos generales: Suprimir los síntomas de los
paroxismos palúdicos; la eliminación de formas sanguíneas y hepáticas en casos
agudos; prevenir las recaídas y; protección a viajeros que se dirijan a países
endémicos. Se emplean la combinación de cloroquina y primaquina en diferentes
esquemas terapéuticos para casos nacionales ya que hasta el momento no se ha
confirmado la presencia de cepas de Plasmodium
resistentes. Los casos importados de otros países pueden ser resistentes a
éstos y otros fármacos, por lo que en casos cuyas parasitémias no sean
eliminadas con el tratamiento combinado de cloroquina y primaquina, se deberá
investigar su procedencia y tratarlos según los lineamientos de
7.2.4.1. Tratamiento
supresivo. Suprime los síntomas de los paroxismos palúdicos ministrando
cloroquina al momento de la toma de muestras.
7.2.4.2. Tratamiento
de cura radical. Con cloroquina para eliminar las formas sanguíneas de P. vivax y del P. falciparum, excepto los
gametocitos de este último y la primaquina que elimina los hipnozoítos del P. vivax y los gametocitos del P. falciparum. Cloroquina y primaquina
se ministrarán por tres días y del cuarto al séptimo día, sólo primaquina. Para
casos importados en estados sin transmisión autóctona, el tratamiento de cura
radical será de catorce días con cloroquina y primaquina por tres días y del
cuarto al catorceavo día, sólo primaquina.
7.2.4.3. Tratamiento
en dosis única (TDU 3x3x1). Para suprimir recaídas en los focos con transmisión
persistente, se emplean cloroquina y primaquina, ministrados el mismo día, una
vez al mes, por tres meses consecutivos, alternados con tres meses de descanso
hasta completar nueve dosis (año y medio de tratamiento). En el caso de brotes,
se ministrará una dosis semanal, ocho semanas consecutivas, a los enfermos y
convivientes cuando la localidad sea mayor a 500 habitantes y en localidades
menores, se tratará el 100% de la población. Se debe incluir a toda persona que
sin tener radicación fija en la localidad que se atiende, se encuentre al
momento de aplicar la medida, fundamentalmente cuando proceda de otras áreas
con transmisión.
7.2.4.4. Tratamiento
Profiláctico. Para la protección a viajeros que se dirijan a países endémicos
se hará la recomendación de iniciar tratamiento el día de llegada a la zona
endémica, durante su permanencia en ella y hasta dos semanas después de haberla
abandonado. Los medicamentos a emplear serán los recomendados por las
autoridades de salud del área visitada o bien los recomendados por
7.2.4.5. Recomendaciones
Generales. La cloroquina y primaquina son medicamentos que en personas
sensibles causan irritación gástrica. Siempre deberán administrarse cuando la
persona a tratar haya ingerido algún alimento y con abundantes líquidos. Si el
paciente vomita 30 minutos después de recibirlo, debe recibir una segunda dosis
completa. Si vomita entre 30 y 60 minutos después de una dosis, se le debe dar
media dosis adicional. En lo sucesivo pueden fraccionarse las dosis diarias en
varias tomas al día. La primaquina no debe ministrarse a menores de seis meses
de edad, mujeres embarazadas y madres en periodo de lactancia por sus efectos
adversos en hígado y la interacción a hemoglobinas fetales. En estos casos se
emplea tratamiento supresivo cada 21 días, sólo en casos sintomáticos. Una vez
terminado el embarazo, se ministrará tratamiento de cura radical. Requieren de
control médico los pacientes menores de seis meses de edad, mujeres
embarazadas, madres en periodo de lactancia, enfermos hepáticos y con otros
padecimientos concurrentes graves.
La vigilancia y notificación
inmediata de efectos secundarios a la toma de medicamentos antipalúdicos es
responsabilidad del personal médico y paramédico que los ministra a los
pacientes. En especial se debe vigilar el riesgo de hemoglobinopatías causadas
por la administración de primaquina a población de grupos étnicos negros o sus
descendientes.
7.2.5. Vigilancia
entomológica del paludismo.
En las áreas endémicas, se deben
realizar estudios para detectar, presencia, densidad, identidad taxonómica y
distribución de vectores a fin de estimar los riesgos entomológicos de
transmisión y evaluar el impacto después de intervenciones antivectoriales. Las
técnicas y procedimientos entomológicos se describen en la Guía para la
implementación y demostración de alternativas sostenibles de control integrado
de la malaria en México y América Central, disponible en www.cenavece.salud.gob.mx/dengue.
Durante el proceso de identificación o incriminación de los vectores de la
enfermedad en las áreas endémicas, se deben incluir los siguientes estudios:
Para estadios larvarios. Se
revisarán cuerpos de agua (posibles criaderos) permanentes o estacionales,
estancadas o corrientes, en busca de larvas de anofelinos en cualquiera de sus
cuatro estadios. Las áreas preferenciales del criadero para la búsqueda de
larvas serán aquellas que retienen algas verdes filamentosas en el caso de A. pseudopunctipenis, principal vector
del paludismo en México.
7.2.5.1.1. Indicadores entomológicos larvarios. Se determinará el Promedio de
larvas de anofelino por calada.
7.2.5.1.2. Criterios operativos de control larvario. El promedio obtenido se comparará
con los valores previos y posteriores a las intervenciones de control. Se
espera una reducción igual o mayor al 95% a las 24 horas después de aplicar las
medidas de control físico, reducción que deberá mantenerse como mínimo hasta
una semana después de aplicada la medida.
Para imagos. Se deben realizar
estudios entomológicos periódicos y cuando se presenten brotes en los mosquitos
vectores de paludismo para conocer identidad taxonómica, distribución
geográfica, abundancia, hábitos de contacto con hospederos humanos, eficacia de
las medidas de control en las áreas de transmisión o con riesgo, tasa de
inoculación y tasa de infección natural de anofelinos.
7.2.5.1.3. Indicadores entomológicos. Se llevará a cabo: Captura
intradomiciliaria nocturna de anofelinos; capturas nocturnas de anofelinos
reposando fuera de las casas y albergues de animales; capturas diurnas de
anofelinos en interiores de casas y en exteriores sobre la vegetación, cuevas,
rocas, madrigueras animales (refugios naturales).
7.2.5.1.4. Criterio operativo de control de imagos. Los indicadores entomológicos
de imagos se medirán antes y después de aplicar el control de criaderos de
anofelinos para estimar indirectamente la reducción de densidades de adultos.
7.2.6.
Manejo integral de vectores del paludismo.
Serie de medidas de control
tanto físico, como químico, biológico y/o biorracional aplicadas de forma
secuencial y/o sincronizada para reducir efectivamente las poblaciones del
vector.
7.2.6.1. Control
físico. Se basa en la eliminación de hábitats y criaderos de anofelinos
mediante la participación comunitaria para la remoción de algas verdes
filamentosas presentes en dichos criaderos y el corte de vegetación peri
domiciliaria, que es el sitio de reposo de vectores adultos. Además se recomienda
promover la instalación de barreras físicas (mallas mosquiteras en puertas y
ventanas, uso de pabellones, encalamiento de vivienda, etc.) para impedir el
acceso de mosquitos a las viviendas (vivienda segura).
7.2.6.2. Control
químico. Sólo se recomienda en caso de brotes o posterior a desastres
naturales. Se aplican larvicidas y/o adulticidas químicos, biológicos o
biorracionales. Los adulticidas se pueden aplicar en formulaciones para acción
residual o efímera.
7.2.6.3. Para
aplicar las medidas de manejo integrado en condiciones programadas, se dará
prioridad a las casas palúdicas, que son aquellas en las que año con año se
presentan casos confirmados de paludismo. Ante desastres naturales asociados
con fuertes lluvias e inundaciones, la atención integrada será de cobertura
total a las localidades afectadas, dado el riesgo de que se reinstale o
incremente la transmisión según el estatus del área afectada. El riesgo al que
se hace referencia es derivado de la proliferación de mosquitos vectores y del desplazamiento
de las poblaciones humanas.
7.2.7. Certificación
de Eliminación de Areas Geográficas Libres de Paludismo.
7.2.7.1. Los
criterios de Certificación de Areas Geográficas Libres de Paludismo, indican
los requisitos que deben cumplir y los procedimientos a que deben apegarse las
entidades federativas que aspiren a la certificación.
7.2.7.2. Para
obtener la certificación del CENAVECE, las entidades federativas interesadas
deberán observar lo señalado en el presente instrumento y reunir los siguientes
requisitos:
7.2.7.2.1. En materia de búsqueda activa, notificación y tratamiento de
sospechosos y casos: Contar con una red de notificantes voluntarios en los
servicios de salud públicos y privados, en los diferentes niveles de atención.
Cualquier persona que sea residente permanente de la localidad, mayor de edad,
que exprese su interés por participar en el programa y que sea aceptada por su
comunidad, podrá ser nombrada Notificante Voluntario previa capacitación por
el personal de salud local.
7.2.7.2.2. Garantizar la búsqueda activa al 100% de las localidades en riesgo,
así como administrar el esquema de tratamiento.
7.2.7.3. En
materia de eliminación de hábitats y criaderos de anofelinos (EHCAs):
7.2.7.3.1. Promover la ejecución de EHCAs con periodicidad quincenal en la época
de mayor riego de transmisión y mensualmente el resto del año, así como los
hábitos higiénicos personales, el chapeo y el encalamiento de las viviendas con
la participación de las autoridades municipales, en todas las localidades de
riesgo.
7.2.7.3.2.
Contar, cuando menos, con un promotor voluntario de EHCAs en las localidades
que resultaron positivas en los últimos 15 años, para evaluar riesgos,
organizar a la comunidad, promover ante las autoridades locales la limpieza de
los criaderos y notificar los resultados de las acciones.
7.2.7.3.3.
Promover y levantar actas de acuerdos y compromisos comunitarios respecto a la
realización de EHCAs y de su evaluación de las acciones, por conducto del
promotor de salud y los Comités de Salud Locales de las localidades de riesgo y
fortalecer la imagen del promotor voluntario ante la comunidad.
7.2.7.3.4.
Supervisar y asesorar, con la periodicidad mencionada en el Programa Estatal
respectivo, las localidades que se hayan seleccionado para realizar EHCAs.
7.2.7.4.
En materia de coordinación municipal y concertación de la población en general:
7.2.7.4.1.
Fortalecer e impulsar la coordinación con municipios y jurisdicciones
sanitarias, a fin de garantizar el cumplimiento de las acciones de prevención y
control que permitan mantener la eliminación de la transmisión de paludismo de
las áreas geográficas de riesgo.
7.2.7.4.2.
Impulsar la capacitación del personal técnico de las jurisdicciones sanitarias
para lograr la participación comunitaria y la colaboración de las Autoridades
Municipales, necesarias para lograr la certificación.
7.2.7.4.3.
Promover la participación y capacitar a las Autoridades Municipales en las
actividades EHCAs y encalamiento de viviendas, para fortalecer los trabajos de
los promotores voluntarios y de la comunidad.
7.2.7.5. El
proceso de certificación involucra la participación del CENAVECE, del Comité
Nacional de Certificación de Areas Geográficas con Eliminación de
7.2.7.5.1. Corresponde al CENAVECE:
7.2.7.5.1.1. Establecer los requisitos que deben reunir los sistemas de información
de actividades específicas para la prevención y control en la vigilancia epidemiológica
y monitoreo del vector, así como los mecanismos de participación con
instituciones públicas y privadas que garanticen la eliminación de la
transmisión del paludismo en las entidades federativas, así como difundirlos y
vigilar su cumplimiento.
7.2.7.5.1.2. Promover y asesorar a las secretarías de Salud las entidades
federativas en la instrumentación de los planes de la eliminación de la
transmisión de paludismo; así como para la integración de los comités estatales
quienes serán los responsables de reunir la información y requisitos necesarios
para presentar ante el CENAVECE las propuestas de áreas candidatas a
certificación.
7.2.7.5.1.3. Analizar, aprobar y emitir el dictamen sobre las propuestas que, en su
caso, presenten los comités estatales de Certificación de Areas Geográficas con
7.2.7.5.1.4. Otorgar, previo dictamen favorable del Comité Nacional de
Certificación, el certificado de Areas Geográficas con
7.2.7.5.2.
Corresponde a las secretarías de Salud de las entidades federativas que aspiren
a alcanzar la certificación:
7.2.7.5.2.1. Aplicar la estrategia de evaluación Caminando a
7.2.7.5.2.2. Manifestar por escrito al CENAVECE su interés en participar en el
proceso de certificación, a fin de recibir la asesoría necesaria para adoptar y
ejecutar el plan de la certificación conforme a lo que establecen los presentes
criterios.
7.2.7.5.2.3. Establecer el Grupo Técnico de Evaluación Estatal, responsable de
valorar la operación de los sistemas de información, de actividades para la
prevención y control y de monitoreo del vector, así como los mecanismos de
participación comunitaria y de los sectores oficial y social que garantizan la
eliminación de la transmisión de paludismo en la entidad federativa.
7.2.7.5.2.4. Garantizar que continúen las condiciones de la eliminación de
paludismo que permitan mantener la certificación otorgada.
7.2.7.6.
Será una condición ineludible, el presentar evidencia de que por un mínimo de
tres años, no se ha presentado transmisión autóctona en alguna localidad,
municipio y jurisdicción sanitaria de la entidad federativa aspirante.
7.2.7.7.
Será el CENAVECE, el autorizado para emitir documento de certificación con
vigencia hasta por tres años, al final de los cuales se verificará que las
condiciones de eliminación de la transmisión persisten, en caso contrario se
revocará.
7.3. Enfermedad de Chagas.
7.3.1.
Epidemiología de la enfermedad de Chagas.
Esta enfermedad está extendida
en toda
7.3.2. Diagnóstico de la enfermedad de
Chagas.
Se basa en el cuadro clínico asociado a la fase aguda (reconocimiento
de picadura por vector y/o del proceso inflamatorio causado por la misma), o a
la fase crónica sintomática del padecimiento (síntomas tempranos y/o avanzados
de la cardiomiopatía chagásica y/o viceromegalias), así como en pruebas
parasitoscópicas y serológicas.
7.3.2.1. En fase aguda. El diagnóstico se
confirma al demostrar la presencia del Trypanosoma
cruzi por estudio directo (gota gruesa o extendida en microscopia), por la
técnica de concentración de Strout, PCR, cultivo o sub inoculo de sangre y/o
por serología positiva (ELISA, e IFI o HAI) a partir de las cuatro semanas de
infección.
7.3.2.2. En fase crónica sintomática. Se
confirma el diagnóstico clínico por serología positiva (ELISA e IFI o HAI) y/o
por diagnóstico parasitológico (microscopia de gota gruesa o extendida, PCR,
sub inoculo), xenodiagnóstico indirecto y hemocultivo.
7.3.2.3. La confirmación del diagnóstico
clínico se establece por la demostración del parásito o bien por al menos dos
pruebas serológicas diferentes, positivas.
7.3.2.4. La evaluación y seguimiento. Los
casos seropositivos requieren de un sistema de referencia y contra referencia
para monitorear la conversión de casos indeterminados en crónicos.
7.3.2.5. Control de calidad del
diagnóstico. Tanto el control del diagnóstico parasitológico como el serológico
estarán a cargo del InDRE. El control de calidad se realizará con el total de las
muestras biológicas positivas y el 10% de las negativas según se indica en los
Procedimientos básicos en la toma de muestras biológicas para diagnóstico www.cenavece.salud.gob.mx/indre.
7.3.3. Tratamiento de la enfermedad de
Chagas. El tratamiento médico etiológico está dirigido a eliminar la infección
por T. cruzi del individuo infectado,
con resultados variables según la etapa evolutiva de la infección.
7.3.3.1. Tratamiento etiológico. Se
recomienda en pacientes de hasta 70 años de edad, con dos pruebas positivas de
diagnóstico de enfermedad de Chagas en laboratorios con reconocimiento oficial,
tanto en fase aguda como etapas crónicas de menos de dos años de evolución,
receptores recientes de infección accidental por transfusión sanguínea o por
trasplante, reactivaciones de infecciones crónicas por diversos tipos de
inmunosupresión y recién nacidos con diagnóstico completo de infección
congénita. En infecciones crónicas su aplicación es optativa sujeta a la
valoración médico-paciente del caso, teniendo en cuenta lo limitado de los
resultados posibles y la toxicidad del medicamento.
7.3.3.2. Tratamiento etiológico y/o
sintomático. Todos los pacientes, portadores de Trypanosoma cruzi, independiente de su etapa evolutiva deben ser
valorados para recibir tratamiento etiológico y/o sintomático consecuente con
las alteraciones que los mismos manifiesten o se diagnostiquen.
7.3.3.3. Tratamiento en fase aguda e
indeterminada. Se pueden usar dos fármacos actualmente valorados, nifurtimox
(elección primaria) o benznidazol. El nifurtimox es muy útil en la fase aguda y
en indeterminados menores de 18 años. El benznidazol se administra por la vía
oral, debiendo dividirse en dos tomas
diarias. A fin de lograr mejor adherencia al tratamiento, en casos renuentes se
puede ministrar en una sola dosis diaria. El tratamiento debe mantenerse
durante 60 días consecutivos.
7.3.3.4. Parámetros de evaluación del
tratamiento y criterios a seguir. El criterio de cura es negativización
completa y sostenida de la serología, en pacientes agudos y/o crónicos que ya
poseían anticuerpos, o negatividad sostenida en aquellos pacientes que no
habían efectuado una seroconversión pese a ser portadores confirmados de una
infección por T. cruzi. Se recomienda
en pacientes crónicos el seguimiento semestral hasta por tres años, del
progreso de su infección y potencial evolución de las lesiones en músculo liso,
antes de aplicar nuevamente el tratamiento etiológico y/o sintomático
correspondiente.
Los criterios a seguir de acuerdo a resultados terapéuticos son: Con
parasitoscopia positiva, se administra nuevamente el tratamiento médico por 60
días; con parasitoscopia y serología negativas, se considera como curado al
paciente; con serología positiva, el caso se catalogará como activo, no sujeto
a terapia con fármacos específicos, pero que requiere vigilancia médica cada 5
años, y en caso de presentar síntomas atribuibles a la infección por Trypanosoma cruzi, la evaluación debe
ser cada 3 años e incluso anual según el médico tratante. Todo caso tratado, no
curado, en fase indeterminada debe ser revisado por el esquema arriba
mencionado para seguimiento en un centro hospitalario con servicios
especializados para su estudio y manejo.
7.3.4. Vigilancia entomológica de la
enfermedad de Chagas.
La presencia del vector en la vivienda humana es el factor de riesgo
más asociado con el riesgo de infección y debe ser usado como factor
determinante para realizar estudios entomológicos que pueden caracterizar
especies, presencia del parásito en triatominos, así como la naturaleza, grado
y dispersión de la infestación en las localidades. Los triatominos colectados
en las viviendas deben ser enviados al LESP para confirmación taxonómica, y
monitoreo de la presencia del parásito.
7.3.4.1. Vigilancia
comunitaria. Para la vigilancia entomológica se debe promover la participación
social a fin de que la comunidad reporte la presencia del vector en la vivienda
humana, colaborando así con el personal de los gobiernos de las entidades
federativas. Una vez identificado el parásito en la población de vectores, no
es necesario seguir con la colecta de insectos en la comunidad, excepto en el
caso que se realice una intervención anti-vectorial, lo que pudiera afectar la
tasa de infección y de infestación, indicadores importantes para monitorear la
eficacia de control.
7.3.4.2.
Vigilancia por el personal de salud. En los servicios estatales de salud, el
personal de Vectores hará colectas entomológicas de triatomas en áreas
endémicas o de riesgo y construirán indicadores entomológicos.
7.3.4.3. Indicadores
entomológicos para Chagas. Los indicadores entomológicos (calculados por
especie de triatomino), para establecer grado de domiciliación y su posible
papel en la transmisión local de la enfermedad son: Indice de Infestación intra
y extra domiciliario; Indice de Hacinamiento (sólo intra domiciliar); Indice de
Colonización (sólo intra domiciliar): Indice de Densidad (indicador
comunitario); Indice de Infección Natural (indicador intra y peri domiciliar): Indice
de Dispersión (indicador municipal o regional).
7.3.5.
Manejo integral de vectores de la enfermedad de Chagas.
La reducción del riesgo de
infestación (control preventivo) y el control de la infestación doméstica por
triatominos vectores de Trypanosoma cruzi
(control por intervención) se lleva a cabo mediante el ordenamiento de la
vivienda (control físico) y el uso de insecticidas de acción residual (control
químico).
7.3.5.1.
Control físico (Ordenamiento del medio). Manipulación (eliminación temporal)
y/o modificación (eliminación permanente) de los sitios de refugio, reposo y
reproducción de los vectores en la vivienda humana. Deseablemente se recomienda
aplicarlo cada 15 días y, en caso de sospechar un riesgo elevado de
transmisión, cada semana. Los sitios a remover o eliminar son tales como:
detrás de muebles, debajo de camas, cuadros, clósets. El ordenamiento por sí solo
es eficaz para eliminar hasta en un 60% el riesgo de infestación.
7.3.5.1.1.
La limpieza y remoción de estructuras y materiales en el espacio peri
domiciliar es de igual o mayor importancia para prevenir el establecimiento de
la infestación por triatominos en madrigueras de animales silvestres,
domésticos o de cría.
7.3.5.1.2.
Sólo una de las especies de vector en México, Triatoma barberi, está asociada con el material de construcción de
las casas y su infestación podría reducirse con mejoras de la vivienda
empleando materiales locales para el relleno de grietas, encalado de paredes,
piso firme y techado completo. Estas medidas son también de utilidad una vez
que la vivienda ya fue infestada por vectores para reducir el hacinamiento del
vector.
7.3.5.1.3.
Toda área peri domiciliar y materiales de riesgo como techados para guardar
implementos, leña y material de construcción, deben ser alejados de los muros
externos de la vivienda y removidos una vez al mes para impedir la presencia de
roedores pequeños y los triatominos que de ellos se alimentan. También se
recomienda modificar los cercos de piedras (repello en las uniones o cambio por
cerca de alambre de púas), debido a que es buen refugio de triatominos.
7.3.5.1.4. Debe evitarse la entrada de animales de cría como gallinas y mascotas
como perros y gatos en los espacios donde duerme la familia. La fauna silvestre
y sus refugios en el peridomicilio debe ser controlada. Los productos agrícolas
(cosechas) deben ser guardados alejados de los muros y de espacios intra
domiciliarios.
7.3.5.2. Control
químico. En el caso de comunidades con infestación recurrente, a pesar de las
actividades de ordenamiento del medio, se recurrirá al uso de insecticidas de
tipo piretroides para reducir la infestación.
7.3.5.2.1.
La aplicación de estos insecticidas debe ser por medio de la aplicación
residual en muros internos y externos de la vivienda y espacios peri
domiciliarios tal como estructuras, aleros, bardas y montones de material
guardados en el patio. La mayor eficacia de esta aplicación ocurre cuando se
realiza antes de la época de lluvia, entre los meses de febrero y mayo. La
aplicación debe ser realizada con una periodicidad máxima de cada 6 meses y
para toda comunidad con mayor a 5% de infestación, se requerirá un mínimo de 3
años de control de ataque (cada 6 meses), con una fase de consolidación de
rociado anual para 2 años adicionales. Es importante aplicar sólo formulaciones
de piretroides sintéticos, de calidad certificada.
7.4. Oncocercosis
7.4.1. Epidemiología de
La oncocercosis en México ha sido uno de los programas con mejores
logros, el área endémica afecta a tres focos uno en Oaxaca (Sierra) y dos en
Chiapas (Norte o Chamula y Sur o Soconusco) en los dos primeros se ha
interrumpido la transmisión y sólo el foco Sur o Soconusco continua registrando
casos nuevos en menores de cinco años, sin embargo el número va en decremento
año con año; ello ha contribuido que se tenga reconocimiento internacional y se
considere en la eventual eliminación desde 1993 en que se incluyó la
distribución de Ivermectina fármaco microfilaricida a la población elegible de
las localidades positivas por oncocercosis y se eliminó la ceguera en la
población. A partir de año 2008 se dejó de emplear dicho tratamiento en los
focos Sierra y Chamula y para el año 2009 se ha implementado la distribución de
medicamento mediante cuatro rondas de tratamiento anual para acelerar la
eliminación en el foco residual del Soconusco.
7.4.2. Vigilancia Epidemiológica de
La vigilancia epidemiológica de la enfermedad se basa en la
identificación oportuna de casos sospechosos de oncocercosis, los cuales,
clínicamente, presentan alteraciones en la piel, nódulos subcutáneos y tienen
la característica de residir o provenir de áreas endémicas.
7.4.2.1. Se lleva a cabo mediante
personal técnico del programa. Este personal acude a las localidades de riesgo
y positivas a efectuar búsqueda activa casa por casa y además les práctica
exploración física en búsqueda de nódulos oncocercosos en áreas típicas de
localización. El técnico administra el esquema de tratamiento correspondiente a
la ronda del año.
7.4.3. Diagnóstico de
El diagnóstico en campo, se hace mediante la detección de casos nuevos
por: (1) aparición de nódulos oncocercosos confirmados por histopatología y (2)
serología mediante determinación de anticuerpos al antígeno Ov-16 por ELISA en
estudiantes de secundaria.
7.4.4. Tratamiento de
El medicamento para este padecimiento es la ivermectina, el cual será
administrado por personal de los servicios de salud o por promotores
voluntarios capacitados. El paciente será observado, cuando menos, durante los
siguientes tres días después de ingerir el medicamento, para vigilar, registrar
y tratar eventuales reacciones secundarias.
7.4.4.1. Se ministrará el microfilaricida
ivermectina a todo caso confirmado y a la población elegible de las áreas de
riesgo. Todo migrante temporal en el área deberá ser tratado de la misma forma
que la población residente, excepto cuando la persona no sea elegible para
recibir el tratamiento. A la población en riesgo para prevenir su infección, se
administra ivermectina a dosis de 150 microgramos por Kg de peso, dosis única y
por vía oral cada seis meses o trimestralmente.
7.4.4.2. Precauciones especiales. Quedan
excluidos de tomar ivermectina los niños menores de cinco años o con peso
inferior a 15 Kg, mujeres embarazadas, madres en periodo de lactancia
amamantando a niños con menos de una semana de nacidos, epilépticos que no
estén controlados, y enfermos oncocercosos con otros padecimientos
intercurrentes o marcado ataque al estado general.
7.4.4.3. Las reacciones secundarias a
7.4.4.4. Tratamiento quirúrgico. La
eliminación de nódulos visibles deberá hacerse una vez que sean localizados
mediante exploración física, usando técnica quirúrgica básica en el campo o en
unidades de primer o segundo nivel. Es obligatorio el envío de las muestras
sospechosas de ser nódulos oncocercosos al laboratorio de histopatología para
confirmar la presencia de microfilarias.
7.4.5. Vigilancia entomológica de
En la actualidad ya no se recomienda, pero en caso de que la
enfermedad tuviese un repunte, se realizarán evaluaciones entomológicas para la
detección de larvas de Onchocerca
volvulus en Simulium ochraceum. Se
seleccionan localidades centinela que son localidades hiperendémicas y
mesoendémicas, a las cuales se le práctica evaluaciones epidemiológicas dos
años posterior a inicio del primer tratamiento con ivermectina y posteriormente
cada cuatro años. Los efectos de distribución de
7.4.5.1. Se efectúa colecta de especímenes con trampas cebadas con equinos. Todas las moscas capturadas se almacenan, se requiere de 10,000 moscas por comunidad, para el procesamiento de moscas para PCR: Las moscas son examinadas bajo el microscopio entomológico, se identifican las especies. Las moscas se separan en grupos de 50 por especie. Las cabezas son separadas del cuerpo para su análisis con PCR ya que ahí es donde se aloja la mayoría de las larvas en estadio infectivo.
7.4.5.2. Indicador de eliminación de la transmisión. Ausencia o casi ausencia de larvas de O. volvulus en su etapa infectiva en la población del vector, determinado por PCR usando sondas de DNA específicas de O. volvulus o cualquier otro método válido.
7.4.5.3.
Tasa de picadura (TP) es el número total de moscas
colectadas / Total de unidades de colecta de 50 minutos. Sin embargo, el número
de moscas colectadas durante cada periodo debe también reportarse en forma
separada para calcular la media geométrica.
7.4.5.4.
Media geométrica de
7.4.5.5.
Tasa de infectividad (TI) de un grupo de cabezas
positivas / el 215. grupos de 50 moscas cada uno, calculada por el programa
Poolscreen es de 0.000093.
7.4.6. Control integral de
La única medida de control es la administración de ivermectina a la
población elegible en dosis semestrales. Complementariamente, en las áreas de
mayor riesgo la administración de dosis trimestrales será mantenida en tanto no
se elimine la transmisión.
7.4.7. Certificación
para la eliminación de
Para que México pueda solicitar
la certificación de la eliminación de oncocercosis, sus tres focos oncocercosos
deben haber estado libres de casos nuevos por un periodo de tres años.
Actualmente al foco sur de Chiapas, sólo le restan 2009 y 2010 con tratamiento
con ivermectina; de 2011 a 2013, estará en vigilancia epidemiológica y de no
presentarse casos nuevos, en 2014 podrá solicitar a
7.5. Leishmaniosis.
7.5.1. Epidemiología
de
Esta enfermedad es prevalente en
al menos 13 entidades federativas de
7.5.2. Diagnóstico
de Leishmaniosis.
Se basa en el cuadro clínico y
antecedentes de residencia o procedencia de áreas endémicas con transmisión de
la enfermedad, demostración directa al microscopio e indirectamente por
inmunología, serología y PCR.
7.5.2.1. Parasitoscópico.
Se lleva a cabo la observación al microscopio en busca de leishmanias a partir
de frotis con material obtenido por: impronta de lesiones cutáneas, aspiración
del borde de las lesiones o biopsias de tejidos, material de cultivo y de
inoculaciones en animales. Este método es de utilidad para todas las formas clínicas.
El diagnostico definitivo de LV se realiza con extendidos de médula ósea,
ganglio linfático o aspirados de bazo.
7.5.2.2. Inmunológico.
Se evalúa la respuesta celular a la aplicación intradérmica del antígeno de
Montenegro (leishmanina). Esta intradermorreacción (IDR) o reacción de
Montenegro es útil en casos de LCL y LMC.
7.5.2.3. Serológico.
Se emplean las siguientes técnicas: hemaglutinación e inmunofluorescencia
indirectas. La tipificación de complejos y especies se realiza mediante PCR e
hibridación con sondas específicas. La serología es de utilidad para todas las
formas clínicas de la enfermedad y de certeza en LCD y LMC.
7.5.2.4. Control
de calidad del diagnóstico. El control de calidad del diagnóstico
parasitológico y serológico estará a cargo del InDRE apoyado a nivel estatal
por los LESP. El control de calidad se realizará con el total de las muestras
biológicas positivas y el 10% de las negativas.
7.5.3. Tratamiento
de
Se ministrarán antimoniales: dos
esquemas de acuerdo a la forma clínica, número y morfología de las lesiones; el
sistemático y el intralesional. Un tercer esquema es con el uso de termo
cirugía (calor controlado). Los tratamientos serán ministrados y vigilados por
personal médico capacitado. La tasa de recaídas con antimoniales se estima en
14% en ambos esquemas. Para calor controlado la curación definitiva es superior
al 95%.
7.5.3.1. Sistémico
con antimoniales. En LCL se administra antimoniato de meglumina o estibogluconato
de sodio por vía intramuscular por veinte días. Este esquema es causa frecuente
de renuencia y abandono del tratamiento, tiene una efectividad promedio del
85%. Para
7.5.3.2. Intralesional
con antimoniales. Para LCL se administra el antimoniato de meglumina o
estibogluconato de sodio para lesiones únicas o múltiples de diámetro menor a
7.5.3.3. Termocirugía.
En LCL se usa también el calor controlado empleando un equipo de termocirugía
que emite ondas de radio de alta frecuencia que elevan la temperatura a 50°C
sobre los bordes activos de las lesiones previamente anestesiadas localmente.
Con una sola aplicación se logran tasas de curación del 95%.
7.5.3.4. Parámetros
de evaluación del tratamiento y criterios de seguimiento. Los antimoniales
empleados por vía intramuscular se deben ministrar en dosis parciales los
primeros tres días hasta completar la dosis total según peso del paciente. Los
medicamentos a base de antimonio causan efectos adversos en pacientes
previamente cardiópatas o con enfermedad renal por lo que se deberán monitorear
estas funciones durante el tratamiento. En el caso de la infiltración
perilesional de antimoniales, una aguja sólo penetrará el borde de la lesión
una sola vez, de otra forma, se corre el riesgo de causar lesiones
"satélite" de la lesión original por iatrogenia. Treinta días después
de terminado cualquiera de los tratamientos, se valora la curación clínica por
remisión de las lesiones y síntomas y por microscopia ante la ausencia de
cuerpos de leishmania en el sitio de la lesión original. Si persisten datos que
sugieran alguna lesión activa o parasitoscopía positiva, es necesario reiniciar
el tratamiento, de acuerdo con los esquemas antes referidos. La quemadura local
ocasionada por la termocirugía sufre de infección agregada frecuentemente en
pacientes que no observan la higiene mínima de lavado de la lesión con agua y
jabón. La resección quirúrgica de las lesiones no se recomienda, por
atribuírsele la posibilidad de auto inoculación o metástasis por vía linfática.
7.5.4. Vigilancia
entomológica de
Cuando se notifiquen casos de
Leishmaniosis en alguna localidad, se programarán encuestas entomológicas que
se efectuarán con periodicidad mensual cuando no se disponga de estudios de
línea basal o trimestralmente para áreas con información. Los estudios
entomológicos se realizan en el domicilio y peridomicilio para el caso de LV y
en la selva, cacaotales o cafetales de las áreas de riesgo para LCL y los
llevará a cabo personal estatal y local del área de entomología.
7.5.4.1. Indicadores
entomológicos para Leishmaniosis. En las localidades endémicas o de riesgo se
deben aplicar los siguientes indicadores: número de Lutzomyias hembras capturadas por hora; Indice de domiciliación; Indice
de peridomicilio; proporción mensual de Lutzomyia
hembra; determinación taxonómica de especies; tasa de infección de lutzomyias.
7.5.5. Manejo integrado de los vectores
de Leishmaniosis.
Para
7.5.5.1. Para el manejo de LV, como su
manifestación grave es en niños menores de 5 años, se recomienda aplicar
insecticidas de acción residual en sus viviendas y promover el uso de
pabellones, en especial cuando duerman en hamacas en exteriores. En áreas de
LV, si se identifican huéspedes intermedios entre los animales domésticos,
principalmente perros, se debe proceder a su sacrificio humanitario.
7.6. Enfermedad por Virus del Oeste
del Nilo (VON).
7.6.1. Situación epidemiológica del
Virus del Oeste del Nilo.
Hasta 2003, se confirmaron los primeros casos autóctonos de VON,
zoonosis que fue introducida naturalmente por aves migratorias infectadas y al
ser contactadas por mosquitos locales, iniciaron ciclos de transmisión en otras
aves residentes, mamíferos diversos (principalmente equinos) y eventualmente en
personas. Se han confirmado casos en humanos en al menos 6 entidades
federativas y se prevé que eventualmente se confirmarán casos de esta
enfermedad en los estados de
7.6.2. Vigilancia de VON.
En las áreas endémicas, se debe incluir los siguientes estudios para
incriminar a la(s) especie(s) que transmite(n) la enfermedad siempre que se
descubra un nuevo foco con transmisión local, evidenciado por mortandad de
aves, mamíferos, reptiles o casos probables en humanos.
7.6.2.1. Se capacitará a equipos de
servicios de salud del estado afectado, con la coordinación y supervisión de
personal del CENAVECE.
7.6.2.1.1. Estudios de huevos y larvas. Se
buscarán huevos y larvas de mosquitos en recipientes domésticos y colecciones
de agua naturales o artificiales para identificar la especie responsable de
transmisión local.
7.6.2.1.2. Tipificación de recipientes
positivos. Para sugerir acciones específicas.
7.6.2.1.3. Indicadores entomológicos. Se
usarán los indicadores propuestos para los vectores de dengue (recipientes
domésticos) y paludismo (cuerpos de agua extra domiciliares), como parte de los
estudios de incriminación de especies responsables de transmisión local.
7.6.2.2. Estudios de adultos. Uso de
trampas de luz y CO2 para colecta de adultos y su estudio en laboratorio.
7.6.2.3. Estudios mastozoológicos. Serán
realizados para incriminar reservorios naturales de la enfermedad, con el fin de
identificar animales domésticos (especialmente equinos) o silvestres, que sean
reservorios u hospederos accidentales de los agentes causales de enfermedades
transmitidas por vector.
7.6.2.3.1. Se colectarán además mamíferos
silvestres, identificando: especies, distribución geográfica, densidades de
población y etología.
7.6.2.3.2. En las colectas se vigilarán
refugios domésticos y peri domésticos, tomando con especial atención los
animales infectados o enfermos.
7.6.2.4. Estudios ornitológicos. Serán
realizados para incriminar como reservorios naturales especies de aves, su
distribución geográfica y rutas migratorias, densidades de población y
etología.
7.6.2.4.1. Se vigilarán poblaciones
silvestres y en cautiverio, con atención especial en animales infectados o
enfermos.
7.6.2.5. En el caso de muerte inusual de
aves, realizar estudios de laboratorio para determinar las causas.
7.6.3. Diagnóstico de VON.
Se le practicará a toda persona que presente fiebre con
manifestaciones neurológicas (encefálicas o meníngeas) o parálisis flácida tipo
Guillain Barré y que resida en áreas donde se ha demostrado por laboratorio la
circulación del virus en aves y equinos, muerte inusual de animales o con
infección de mosquitos del género Culex.
7.6.3.1. Se deberá extraer de
7.6.4. Tratamiento
DE VON.
Los síntomas inician entre tres a 14 días después de la infección
con el Virus del Oeste del Nilo. Como no existe tratamiento específico que
pueda matar al virus, el control se enfoca en la prescripción de fármacos
sintomáticos. Debe
tenerse en consideración que la detección oportuna y el manejo de los pacientes
son claves para el pronóstico de la enfermedad.
7.6.4.1. Aislamiento:
Evitar el contacto del enfermo con el mosquito vector, utilizando insecticidas
de aplicación casera, mosquiteros, repelentes y pabellón.
7.6.4.2.
Tratamiento de casos no graves. Cuando se presentan
síntomas leves (fiebre del Oeste del Nilo), éstos pueden durar desde dos días
hasta varias semanas. En esta situación el tratamiento es: reposo en cama,
beber fluidos suficientes y analgésicos como ácido acetilsalicílico o
acetominofén para aminorar la fiebre y molestias.
7.6.4.3. Tratamiento de casos graves. Ocasionalmente, pueden desarrollarse síntomas más severos, como encefalitis, meningitis o meningoencefalitis. Estas condiciones pueden presentarse como dolores de cabeza muy intensos o confusión. Además puede presentarse parálisis flácida tipo Guillain Barré. En todos estos casos, la hospitalización es necesaria. El tratamiento de apoyo incluye fluidos intravenosos, fármacos para controlar convulsiones, náusea, vómito o inflamación del cerebro. Puede necesitarse un ventilador para mantener la respiración, además de medidas preventivas para evitar infecciones secundarias (neumonía, infecciones del tracto urinario, etc.).
7.6.5. Manejo
integrado de los vectores de VON.
En lugares donde se presente
elevada mortandad de aves, se recomienda aplicar insecticidas de acción
efímera, larvicidas y control físico de criaderos de los vectores. Si se
visitan áreas infestadas con vectores, se recomienda el uso de ropa que cubra
áreas expuestas de la piel, complementada con repelentes.
Las acciones deberán realizarse
en coordinación con el Comité Intersectorial para
7.7. Rickettsiosis.
7.7.1. Situación
epidemiológica de Rickettsiosis.
Aunque en años recientes estas
enfermedades zoonóticas se presentan de forma aislada y esporádica, aún
persisten en diversas áreas de
7.7.2. Diagnóstico
de Rickettsiosis.
Se basa en el cuadro clínico y
pruebas confirmatorias de laboratorio.
7.7.2.1. Sintomatología.
Se trata de un cuadro febril, cuadro tífico con cefalea, mialgias, estupor,
somnolencia y delirio y cuadro exantemático con manchas lenticulares de color
rosa pálido.
7.7.2.2. Pruebas
de laboratorio. La confirmación de casos se deberá hacer por identificación de
las rickettsias en frotis de sangre teñidos con alguna de las siguientes
técnicas: Giemsa, Macchiavello, Ruiz Castañeda o Giménez.
7.7.2.3. Técnica
directa. Para FMM, se detectará por inmunofluorescencia en biopsias de piel.
7.7.2.4. Aglutinación
con Proteus OX-19 o Weil-Felix. Debe utilizarse de primera intención como
prueba de tamizaje. La reacción de Weil-Felix se considera positiva a partir de
títulos iguales o superiores a 1:320, en algunos casos, en donde el cuadro
clínico sea característico y con antecedentes epidemiológicos se consideran
como positivos los títulos a partir de 1:160.
7.7.2.5. Detección
de anticuerpos IgM o IgG. Por microaglutinación, fijación de complemento o
inmunofluorescencia indirecta.
7.7.2.6. Serología.
Para IgG, tomando dos muestras pareadas, una en la etapa aguda, y otra con dos
semanas de diferencia respecto a la primera. Un incremento de cuatro veces o
más en los títulos obtenidos, confirma el diagnóstico. Las pruebas de
anticuerpos IgM, se tornan positivas al sexto día después de iniciado el
cuadro. En la enfermedad de Brill-Zinser, el anticuerpo inicial es
7.7.3. Tratamiento
de Rickettsiosis.
7.7.3.1. Deberá
de iniciarse con base en consideraciones clínicas y epidemiológicas sin esperar
la confirmación diagnóstica de laboratorio y, en el caso de enfermos graves,
por la alta letalidad que presentan estos padecimientos.
7.7.3.2. El
esquema de tratamiento indicado es con antibióticos: doxiciclina, tetraciclinas
y cloranfenicol. Las tetraciclinas han sido consideradas el medicamento de
primera elección para el tratamiento de rickettsiosis pero tienen limitaciones
para su uso; por ello se empleará la doxiciclina a dosis única de 200 mg en
cualquier grupo de edad como tratamiento del tifus epidémico. El mismo esquema
se emplea con fines de profilaxis.
7.7.3.3. Como
precauciones especiales se considerará que no deben emplearse sulfonamidas, ya
que el desarrollo de las rickettsias aumenta en su presencia y la enfermedad se
torna más grave. Las tetraciclinas se deben evitar durante el embarazo y en
niños menores de 8 años, a los que se les podrá administrar cloranfenicol.
7.7.4. Vigilancia
Acarológica / entomológica de Rickettsiosis.
En los lugares donde se reporten
casos probables de FMM, TE, TM o RM se deberán hacer estudios para confirmar la
identidad de los vectores, aislamiento de los agentes causales y determinación
de las densidades de los vectores antes y después de las medidas de control.
7.7.4.1. Para
FMM se deberán hacer, además, colectas de garrapatas en perros, ganado,
roedores o animales silvestres como el venado. Las garrapatas colectadas serán
enviadas al InDRE para determinar la tasa de infección natural con R. rickettsii. De aplicarse medidas de
control de vectores, entonces será necesario valorar las tasas de infestación
antes y después de las intervenciones.
7.7.4.2. Respectivamente,
para TE, TM o RM, se deberán colectar piojos, chinches o pulgas, en
habitaciones de casos probables y enviados al InDRE para determinar la tasa de
infección natural con Rickettsia. De
aplicarse medidas de control de vectores, entonces será necesario valorar las
tasas de infestación antes y después de las intervenciones.
7.7.5. Se
deberá buscar e identificar, taxonómicamente, los vectores en animales que
conviven con el hombre, señalando sus índices de infestación por especies
vectores y por huéspedes, especialmente en perros, gatos y ratas. Para lo cual
deberán capturarse vivos los reservorios, de lo contrario no se colectará
ningún ectoparásito, ya que éstos dejan al huésped cuando muere. Las pulgas
colectadas serán enviadas al InDRE para investigar la tasa de infección natural
con R. typhi. De aplicarse medidas de
control de vectores, entonces será necesario valorar las tasas de infestación
antes y después de las intervenciones.
7.7.6. Todo
el personal que capture mamíferos debe estar previamente vacunado contra
tétanos y rabia.
7.7.6.1. Los
indicadores de garrapatas, piojos, chinches o pulgas, a evaluar son los índices
de infestación, densidad, hacinamiento, dispersión e infección natural.
7.7.7. Manejo
integrado de los vectores de Rickettsiosis.
Serie de medidas de control
tanto físico, como control de fauna nociva (perros y gatos callejeros y
roedores) y control químico aplicadas de forma secuencial y/o sincronizada para
reducir las poblaciones del vector.
7.7.7.1. Control
físico. Se recomienda aplicar la estrategia de vivienda segura. Esta consiste
en promover mejoras en las viviendas como emplaste y encalado de las paredes de
las viviendas, piso firme y techo metálico o de concreto. Además, chapear la
vegetación alrededor de la vivienda y eliminar todos los cacharros así como
eliminar cualquier tiradero de basura irregular próximo a las zonas
residenciales.
7.7.7.2. Control
de fauna nociva. Medidas de aplicación de ectodesparasitantes en perros con
dueño y retiro de perros callejeros de la vía pública; se aplicarán
simultáneamente con las medidas otras medidas de control.
7.7.7.3. Control
químico. Se aplicarán rociados desde las calles con insecticidas de acción
efímera en colonias completas en caso de que se agrupen varios casos probables
o de forma focalizada haciendo bloqueos alrededor de casos probables aislados. Complementariamente,
se aplicará insecticida de acción residual en las viviendas con casos
probables.
7.8. Nuevas
amenazas de enfermedades transmitidas por vector.
7.8.1. Fiebre
Amarilla. En años recientes han aumentado los riesgos de transmisión de Fiebre
Amarilla, enfermedad que progresivamente se ha ido acercando a zonas urbanas de
países de Sudamérica y que en potencia puede llegar a México. Por el momento,
la única medida al respecto es incorporar un algoritmo de diagnóstico de la
enfermedad que incluye fiebres con manifestaciones hemorrágicas e ictericia. Aunque
existe una vacuna efectiva para la enfermedad sólo se necesita su aplicación
cuando se viaja a los países o áreas de mayor endemicidad en Sudamérica o Africa.
A los viajeros provenientes de esas áreas, se les pide mostrar su cartilla de
vacunación de Fiebre Amarilla. Los vectores de Fiebre Amarilla silvestre como Hemagogus y Sabethes son prevalentes en México, al igual que los vectores de
Fiebre Amarilla urbana Ae. aegypti y Ae.
albopictus, aunque desde hace más de 50 años no se ha reportado caso alguno
de Fiebre Amarilla urbana en el continente.
7.8.1.1. En
caso de confirmarse casos importados de Fiebre Amarilla, se deberán hacer
estudios epidemiológicos completos y, dependiendo de donde vivan los casos, se
deberán hacer estudios entomológicos para determinar áreas de riesgo.
7.8.1.2. En
caso de confirmarse transmisión local de Fiebre Amarilla Selvática, las medidas
para el control vectorial serán las mismas que las aplicadas para el control de
paludismo y VON. Contra
7.8.1.3. Todos
los casos confirmados deberán ser hospitalizados y su manejo corresponderá al
de una fiebre hemorrágica.
7.8.2. Virus
de Chikungunya. Esta es una enfermedad cuyo agente causal es un virus de la
familia Togaviridae, género Alphaviridae y es transmitida por los mismos
vectores del dengue Ae. aegypti y Ae.
albopictus. Su origen es Africa, pero recientemente salió de ese continente
y ha ocasionado epidemias en todos los países que bordean el Océano Indico, las
islas de ese océano y más recientemente una parte del norte de Italia. Por eso
mismo, es causa de preocupación a nivel hemisférico y se deben tener planes de
contingencia en preparación para su posible arribo a esta parte del mundo. Como
los vectores son los mismos que los del dengue, las medidas de prevención y
control son las mismas.
7.8.2.1.
En caso de confirmarse casos importados de Chikungunya, se deberán hacer
estudios epidemiológicos completos y, dependiendo de donde vivan los casos, se
deberán hacer estudios entomológicos para determinar áreas de riesgo.
7.8.2.2. En
caso de confirmarse un caso autóctono de Chikungunya, las medidas para el
control vectorial serán las mismas que las aplicadas para el control de los vectores
del dengue, puesto que se trata de las mismas especies.
7.8.2.3. Todos
los casos confirmados, de acuerdo a la severidad de los síntomas serán
manejados de forma ambulatoria o deberán ser hospitalizados en caso de
sintomatología grave.
8. Investigación
8.1. Se
promoverá el interés de los programas de vigilancia, prevención y control de
las enfermedades transmitidas por vector entre las instituciones de
investigación nacionales, tanto públicas del sector, como universidades e
instituciones de educación superior que lleven a cabo investigación básica y
aplicada (operativa), que eventualmente sirva para optimizar y hacer
sustentable el uso de los recursos en el diseño de estrategias basadas en
evidencia, en sus aspectos epidemiológicos, entomológicos, ornitológicos, en
equinos y otros vertebrados, y mastozoológicos, así como en aspectos
operativos, administrativos y socioeconómicos, con particular énfasis en los
factores de riesgo, la implementación de métodos más costo eficientes de
control y su evaluación para reducir o interrumpir estas enfermedades.
8.2. Para
la toma de decisiones en cuanto a la selección de los insumos necesarios para
las operaciones de prevención y control, se tomarán en cuenta los resultados de
evaluaciones recientes llevadas a cabo por terceros autorizados, es decir,
investigadores de instituciones públicas nacionales quienes harán las
evaluaciones imparciales para que el CENAVECE emita listas de aprobados
consensuadas con grupos de expertos convocados ex profeso.
9. Información
9.1. Los
datos de las actividades de prevención y control de las enfermedades
transmitidas por vectores, se registran simultáneamente a su ejecución,
localmente, en los formularios vigentes disponibles en el Manual Técnico para
9.2. La
información referente a casos, acciones de control y vigilancia entomológica
deberá ser georreferenciada para facilitar localización, interpretación y
análisis.
9.3. La
información sobre ocurrencia de casos probables y riesgos de contagio o brotes
debido a elevados riesgos entomológicos o acarológicos de alguna ETV y el
progreso de las medidas de control se deberá subir a una plataforma en línea
para que esa información sea usada de forma oportuna y se apliquen las medidas
de control pertinentes.
10. Concordancia con normas internacionales y mexicanas
Esta Norma Oficial Mexicana es
equivalente con los lineamientos y recomendaciones que han emitido y difundido
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11.173 Organización
Mundial de
11.174 Organización
Mundial de
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11.325 Zeledón R,
12. Observancia de
13. Vigencia. Esta Norma Oficial Mexicana
entrará en vigor al día siguiente al de su publicación en el Diario Oficial de
Sufragio Efectivo. No Reelección.
México, D.F., a 15 de octubre de 2009.- El Subsecretario de Prevención
y Promoción de