PROGRAMA Sectorial de Cultura 2020-2024. SECRETARÍA DE CULTURA PROGRAMA SECTORIAL DERIVADO DEL PLAN NACIONAL DE DESARROLLO 2020-2024 Índice Índice 1. Fundamento normativo de elaboración del Programa 2. Siglas y acrónimos 3. Origen de los recursos para la instrumentación del Programa 4. Análisis del estado actual 5. Objetivos prioritarios 5.1. RELEVANCIA DEL OBJETIVO PRIORITARIO 1: Reducir la desigualdad en el ejercicio de los derechos culturales de personas y comunidades, prioritariamente en contextos de vulnerabilidad, con su participación en procesos que fortalezcan los ciclos, prácticas e identidades culturales 5.2. RELEVANCIA DEL OBJETIVO PRIORITARIO 2: Consolidar la tarea educativa del Sector Cultura para brindar a las personas mejores opciones de formación, actualización y profesionalización, en todos sus niveles y modalidades, bajo criterios de inclusión y reconocimiento de la diversidad 5.3. RELEVANCIA DEL OBJETIVO PRIORITARIO 3: Garantizar progresivamente el acceso a los bienes y servicios culturales a las personas, a través del incremento y diversificación de la oferta cultural en el territorio y del intercambio cultural de México con el extranjero 5.4. RELEVANCIA DEL OBJETIVO PRIORITARIO 4: Proteger y conservar la diversidad, la memoria y los patrimonios culturales de México mediante acciones de preservación, investigación, protección, promoción de su conocimiento y apropiación 5.5. RELEVANCIA DEL OBJETIVO PRIORITARIO 5: Fortalecer la participación de la cultura en la economía nacional a través del estímulo y profesionalización de las industrias culturales y empresas creativas, así como de la protección de los derechos de autor 5.6. RELEVANCIA DEL OBJETIVO PRIORITARIO 6: Enriquecer la diversidad de las expresiones creativas y culturales de México mediante el reconocimiento y apoyo a los creadores, académicos, comunidades y colectivos 7. Metas para el bienestar y Parámetros 8. Epílogo: Visión de largo plazo Anexo: Términos comunes utilizados por organismos y áreas del Sector Cultura 1. Fundamento normativo de elaboración del Programa El artículo 26 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM) señala la obligación del Estado de organizar un sistema de planeación democrática del desarrollo nacional. Por su parte, la Ley de Planeación establece en su artículo 21 la obligatoriedad de elaborar, al inicio de cada administración, el Plan Nacional de Desarrollo, donde se precisan los objetivos nacionales, las estrategias y las prioridades del desarrollo integral y sustentable del país. De este documento rector se derivarán los programas sectoriales, especiales, regionales e institucionales que orientarán las políticas públicas de los diversos sectores. El Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024 (PND), publicado el 12 de julio de 2019 en el Diario Oficial de la Federación, es el principal instrumento de planeación de la presente administración y se articula con 12 principios rectores y tres ejes generales, los cuales promueven la transformación de la vida pública de México y propugnan por un nuevo modelo de desarrollo económico y de ordenamiento político, institucional y de convivencia entre los sectores sociales: A partir de este instrumento, y de conformidad con los artículos 16, fracción III, y 23 de la Ley de Planeación, los objetivos, estrategias y líneas de acción del Programa Sectorial de Cultura 2020-2024 se encuentran armonizados con el Eje 2. Política Social del PND y responden al principio rector de la política pública número 7, "No dejar a nadie atrás, no dejar a nadie fuera". La Secretaría de Cultura es responsable de coordinar la publicación, ejecución y seguimiento del presente Programa. A la Secretaría de Cultura, conforme a lo previsto en los artículos 1o. y 4o. de la CPEUM, le corresponde garantizar el derecho de acceso a la cultura y al disfrute de los bienes y servicios que presta el Estado en materia cultural, así como el ejercicio de los derechos culturales. De igual modo, la Ley General de Cultura y Derechos Culturales establece en su título primero, de disposiciones generales, los objetos de la ley, y las responsabilidades de cumplimiento que, según lo establece el artículo 4o. constitucional, recaen en la Secretaría de Cultura como la encargada de conducir la política nacional en materia de cultura. Marco jurídico nacional · Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos · Ley de Fomento para la Lectura y el Libro · Ley de Premios, Estímulos y Recompensas Civiles · Ley del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas · Ley Federal de Cinematografía · Ley Federal de Derechos · Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión · Ley Federal del Derecho de Autor · Ley Federal para el Fomento de la Microindustria y la Actividad Artesanal · Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos · Ley General de Bibliotecas · Ley General de Bienes Nacionales · Ley General de Cultura y Derechos Culturales · Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas · Ley Orgánica del Instituto Nacional de Antropología e Historia · Ley que crea el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura · Ley sobre Delitos de Imprenta Marco jurídico internacional · Carta de la Organización de los Estados Americanos · Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia · Convención Americana sobre Derechos Humanos, "Pacto de San José de Costa Rica" · Convención para la Protección de los Bienes Culturales en caso de Conflicto Armado · Convención para la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural · Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial · Convención sobre la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático · Convención sobre la Protección y la Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales · Convención sobre las Medidas que deben Adoptarse para Prohibir e Impedir la Importación, la Exportación y la Transferencia de Propiedad Ilícitas de Bienes Culturales · Convención Universal sobre Derecho de Autor · Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre · Declaración de la UNESCO relativa a la destrucción intencional del patrimonio cultural · Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas · Declaración Universal de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura sobre la Diversidad Cultural · Declaración Universal de los Derechos Humanos · Los Derechos Culturales. Declaración de Friburgo · Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos · Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales · Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, "Protocolo de San Salvador" 2. Siglas y acrónimos CONACULTA: Consejo Nacional para la Cultura y las Artes CONAPO: Consejo Nacional de Población CPEUM: Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos DOF: Diario Oficial de la Federación EFICINE: Estímulo Fiscal a Proyectos de Inversión en la Producción y Distribución Cinematográfica Nacional, previsto en el artículo 189 de la Ley del Impuesto sobre la Renta. FIDECINE: Fondo de Inversión y Estímulos al Cine FONART: Fondo Nacional para el Fomento a las Artesanías FONCA: Fondo Nacional para la Cultura y las Artes FONDEN: Fondo de Desastres Naturales FOPROCINE: Fondo para la Producción Cinematográfica de Calidad IMCINE: Instituto Mexicano de Cinematografía INALI: Instituto Nacional de Lenguas Indígenas INEGI: Instituto Nacional de Estadística y Geografía LGCDC: Ley General de Cultura y Derechos Culturales LFMZAAH: Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos PCI: Patrimonio cultural Inmaterial PIB: Producto Interno Bruto PND: Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024 UNESCO: Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura 3. Origen de los recursos para la instrumentación del Programa La totalidad de las acciones que se consideran en este Programa, incluyendo aquellas correspondientes a sus Objetivos prioritarios, Estrategias prioritarias y Acciones puntuales, así como las labores de coordinación interinstitucional para la instrumentación u operación de dichas acciones y el seguimiento y reporte de las mismas, se realizarán con cargo al presupuesto autorizado de los ejecutores de gasto participantes en el Programa, mientras este tenga vigencia. 4. Análisis del estado actual México es un país megadiverso; esta condición, originariamente referida a su amplia variedad biológica, climática y territorial, se extiende a su diversidad cultural. En nuestro territorio han florecido las grandes civilizaciones mesoamericanas; aquí inició la colonización europea hace más de 500 años y por él han pasado grandes migraciones provenientes de todos los rincones del orbe. México cuenta con 35 bienes inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), lo que lo coloca en el sexto lugar entre los países con más bienes culturales. En materia de patrimonio documental, posee 13 bienes inscritos en el Programa Memoria del Mundo, 10 prácticas y expresiones culturales que han sido reconocidas como patrimonio inmaterial de la humanidad y una que forma parte del Registro de Buenas Prácticas de Salvaguardia. Su riqueza lingüística está expresada en 69 lenguas nacionales, de las cuales 68 son indígenas, más el español, que es la lengua franca.(1) / Comprender las complejidades que representan esos fenómenos humanos, conocer sus múltiples producciones culturales, asumirlas parte del entramado que nos conforma como nación y promover su protección y el florecimiento de sus manifestaciones contemporáneas son las responsabilidades primordiales de la Secretaría de Cultura y del conjunto de instituciones que conforman el Sector. A lo largo de la historia no se ha registrado ninguna transformación social que no haya sido acompañada de una renovación cultural. La diversidad de manifestaciones culturales y artísticas surge en todos los espacios de la vida pública y a partir de los recursos más disímbolos; además, ofrece innumerables oportunidades para repensarnos como sociedad y para replantearnos prácticas, hábitos e ideas que dan forma a nuestro pacto social. La inexistencia de esquemas de participación ciudadana y comunitaria en los procesos de planeación ha derivado en que las acciones del Estado aún estén lejos de garantizar el ejercicio efectivo de los derechos culturales que, en su sentido más amplio, involucran la libre expresión y creación, el derecho a la información y al conocimiento sobre los patrimonios material e inmaterial, la libre elección de una identidad cultural, la pertenencia a una o más comunidades culturales y la participación activa y creativa en la cultura. Por ello, las políticas públicas que la Secretaría de Cultura promueve para el periodo 2020-2024 buscan transformar el paradigma tradicional en el que las personas y las comunidades son vistas como simples receptoras de la acción del Estado en materia de cultura, para asumirlas como generadoras y participantes activas en una serie de procesos en los cuales las instituciones tienen el papel de facilitadoras. La acción cultural del Estado mexicano encuentra su fundamento en el párrafo decimosegundo del artículo 4o. constitucional; sin embargo, a lo largo de los años, este precepto no se ha cristalizado en el ejercicio pleno de los derechos culturales por parte de las y los mexicanos, y este hecho se refleja en un insuficiente acceso y participación en las manifestaciones que dan cuenta de nuestra diversidad. La contribución del Programa Sectorial de Cultura 2020-2024 al modelo de desarrollo basado en el bienestar propuesto por la actual administración se inserta en el Eje 2. Política Social del Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024, particularmente en el apartado que corresponde a "Cultura para la paz, para el bienestar y para todos" y hace propio el principio rector número 7, "No dejar a nadie atrás, no dejar a nadie fuera". A partir de estas nociones y de los principios esenciales de inclusión, reconocimiento de la diversidad cultural y defensa irrestricta de las libertades, la Secretaría de Cultura asume la garantía de los derechos culturales de las personas como el mandato que orienta toda acción estratégica para apoyar la construcción de una nueva convivencia social, más plena, inclusiva, participativa, con mayor sentido comunitario y con mejores elementos para desarrollar la creatividad individual y colectiva. Será tarea ineludible para la Secretaría de Cultura implementar una política de escucha permanente, de inclusión e involucramiento transparente de actores diversos; será esta la mejor práctica para sustituir la política de la visión única y reivindicar el servicio público en favor de la diversidad cultural de México. La cultura, un derecho humano Todas las personas tenemos derecho a acceder, crear y recrear las manifestaciones materiales e inmateriales del arte y la cultura, y es obligación del Estado promover el pleno ejercicio de los derechos culturales. Asumimos que todas las personas, más que espectadoras o consumidoras de productos culturales, son creadoras potenciales, portadoras de alguna manifestación del patrimonio inmaterial, participantes activas de la construcción cotidiana de su propia identidad y la de la comunidad a la que pertenecen; son actores necesarios para la confección de nuevas realidades. Esta asunción, fundada en el reconocimiento y el aprecio por la diversidad, es la mejor base para construir la transformación de la política pública cultural y resulta indispensable para detonar las capacidades de personas y comunidades, así como para brindar nuevas oportunidades de desarrollo. La primera tarea emprendida durante la presente administración ha sido identificar las contradicciones y desigualdades que existen en el territorio en materia de acceso a la cultura y en el ejercicio de los derechos culturales, para procurar revertirlas. En lo que respecta a la brecha de acceso y disfrute de los bienes y servicios culturales, 25% de la población nunca ha acudido al cine, 66% nunca ha presenciado una función de danza, 53% nunca ha visitado alguna zona arqueológica, 43% nunca ha acudido a museos y 67% nunca ha acudido al teatro.(2) En este mismo tenor, la Encuesta Nacional de Consumo Cultural de México publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en 2012 refiere que 60% de la población no ha asistido a ferias o festivales artísticos y culturales. Estas cifras hacen evidente que México aún está lejos de garantizar el ejercicio pleno de los derechos culturales a las personas. La brecha de accesibilidad y, sobre todo, de participación para acceder a la cultura y ejercer los derechos culturales es profunda, y se complejiza por las condiciones socio-estructurales de rezago, violencia e inseguridad presentes. Cultura para la paz y la convivencia Se estima en 24.7 millones el número de víctimas de 18 años o más en el país durante 2018; 33.9% de los hogares de México contó con al menos un integrante como víctima de algún delito; y en 89.2% de los delitos cometidos no hubo denuncia, o bien, la autoridad no inició una averiguación previa o carpeta de investigación.(3) En este escenario las tareas que debe emprender el Estado mexicano para garantizar la seguridad ciudadana deben abordarse con enfoque multifactorial y multisectorial. El Sector Cultura puede contribuir, con los recursos de las manifestaciones y los procesos culturales, al fortalecimiento y restablecimiento de los lazos comunitarios que dan cohesión a la sociedad. La Secretaría de Cultura ha identificado ámbitos estratégicos de trabajo en los que las instituciones del Sector pueden ayudar a mejorar las condiciones de integración social y comunitaria; sobre todo en poblaciones vulneradas por la marginación o la violencia. Para conseguirlo, desarrollará programas específicos en los cuales la vinculación comunitaria será la herramienta primordial para ampliar el acceso a la cultura, y para fortalecer la participación de las personas en la vida cultural, en el reconocimiento y aprecio de sus patrimonios, en la creación y desarrollo de nuevas producciones culturales y artísticas, y en la recuperación afectiva del espacio público. Cultura incluyente Garantizar el acceso a la cultura de forma igualitaria para todas las personas, priorizando a los grupos históricamente excluidos, es una de las grandes tareas de esta administración. Se pondrá especial atención en infancias y juventudes en situaciones de riesgo, personas de la tercera edad, poblaciones migrantes, personas que viven con alguna discapacidad, personas en reclusión o que se encuentran en desamparo familiar o social, y en grupos indígenas y afromexicanos. Un componente crucial de las políticas de inclusión y reconocimiento de esta administración encuentra sustento en la diversidad de lenguas nacionales y en el fortalecimiento de los derechos lingüísticos de sus hablantes. En México se hablan 68 lenguas indígenas y, de acuerdo con la Encuesta Intercensal 2015 del INEGI, más de 25 millones de personas en nuestro país se reconocen como indígenas, pero solo 7.4 millones, 6.5% de la población total de México, hablan alguna de sus lenguas. A lo largo de la historia de México, los pueblos indígenas han experimentado presiones para dejar de comunicarse en su lengua y dejar de transmitirla a las nuevas generaciones como única vía para no sufrir exclusión y discriminación. La Secretaría de Cultura, para enfrentar este problema, promoverá activamente los derechos lingüísticos y desarrollará estrategias y acciones que incentiven su uso público. Redistribución de la riqueza cultural La diversidad de las expresiones culturales de México surge en cada rincón del país. Sin embargo, la política cultural ha estado concentrada en la Ciudad de México y en unas cuantas zonas urbanas. La centralización en la aplicación de planes, programas y recursos económicos ha generado una distribución inequitativa de los bienes y los servicios culturales, así como un desarrollo desigual de la infraestructura cultural en el territorio nacional. La mayoría de las y los mexicanos tiene un acceso limitado, y también han sido escasos los esquemas que, a partir de la redistribución de los esfuerzos institucionales, impulsan las culturas locales y sus creaciones. Alrededor de 25% de la población de 18 años y más asistió, en los últimos 12 meses, a una obra de teatro, a exposiciones y espectáculos de danza.(4) Por su parte, la Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo 2014, también del INEGI, indica que solo 5.2% de mexicanos de 12 años o más realizó actividades artísticas o culturales. El Sistema de Información Cultural de la Secretaría de Cultura indica que el país posee 1,387 museos, los cuales se encuentran en 574 municipios, en los que habita 65.9% de la población nacional; las 2,157 casas de cultura y centros culturales se encuentran distribuidas en 1,152 municipios del país, en donde reside 85.7% de la población y los 678 teatros se encuentran distribuidos en 208 municipios, cuya población corresponde a 49%. La infraestructura cultural mejor distribuida conforma la Red Nacional de Bibliotecas de la propia Secretaría, que se encuentra presente en 92.6% de los municipios donde habita 99.6% de la población.
Para hacer frente a la centralización de las actividades y para cubrir la necesidad de potenciar la riqueza creativa de los habitantes de las diversas regiones del país y traducirla en desarrollo para el beneficio de la sociedad, son necesarios una mayor distribución de la acción del Estado, un mejor aprovechamiento de la infraestructura cultural existente y el impulso de las diversas manifestaciones culturales para incentivar proyectos que vinculen el quehacer cultural local con el regional y el nacional. La presente administración se ha propuesto construir un proyecto sostenible en el que se coordinen las actividades de los diversos organismos e instituciones promotores de la cultura a lo largo del país, a fin de que la ciudadanía reconozca y se apropie de su patrimonio cultural y artístico, fortalezca sus identidades y haga valer sus derechos culturales. Entre las estrategias más importantes que se impulsarán, están la promoción del desarrollo de las culturas locales; el intercambio entre regiones; el acercamiento de bienes y servicios culturales a los municipios del país, con énfasis en las comunidades más vulneradas; y la circulación de creadores mediante rutas de intercambio. El reconocimiento de la riqueza cultural de cada comunidad, el flujo del conocimiento y la creatividad serán la semilla de la nueva política cultural. Esta aproximación permitirá, entre otras cosas, atender el problema de desarticulación y desvinculación que prevalece entre la oferta y la demanda cultural. De la cultura del poder al poder de la cultura Una de las acciones más relevantes que ha realizado la Secretaría de Cultura, por mandato presidencial, ha sido la apertura al público de la Residencia Oficial de Los Pinos. A partir del 1 de diciembre de 2018, este espacio emblemático para la historia reciente del país se transformó en el Complejo Cultural Los Pinos, cuyo objetivo es estar a disposición del pueblo de México para el fomento del arte y la cultura, con una amplia gama de actividades gratuitas para todas las personas, en un ambiente propicio para la convivencia, la creación, la reflexión e interpretación de la realidad mexicana, en un diálogo constante con la comunidad. Este esfuerzo representa el inicio de un plan integral de recuperación de espacios públicos, entre los que se encuentra, por ejemplo, el Proyecto Cultural del Bosque de Chapultepec: un programa de intervención ecológica, urbanística y cultural cuya finalidad es conectar las 800 hectáreas que abarcan las cuatro secciones del bosque para transformarlas en uno de los espacios de esparcimiento cultural e integración social más grandes del mundo, solo para el disfrute del pueblo de México. Mirar de frente al mundo, la cultura mexicana en el contexto internacional La cultura es esencial para el desarrollo de cualquier nación; en ella se cifran sus particularidades y se definen sus alianzas, prioridades y objetivos en el contexto internacional. Por ello, el diálogo cultural y la cooperación serán vehículos esenciales para propiciar el entendimiento del pueblo mexicano con otras naciones del mundo. Consciente de la gran riqueza nacional y de la necesidad de difundirla en el mundo, la Secretaría de Cultura impulsará actividades más eficientes de cooperación y promoción cultural que mejoren la imagen de México en el exterior y, al mismo tiempo, que brinden a la ciudadanía mexicana que ha emigrado nuevas oportunidades para acercarse a su patrimonio cultural y artístico. Será prioridad para esta administración promover la cooperación cultural internacional, y favorecer, en coordinación con la Secretaría de Relaciones Exteriores, el aprovechamiento de la red consular y de embajadas nacionales, y así contribuir al enriquecimiento de la oferta artística y cultural y facilitar su difusión en el extranjero. La creación de estas condiciones para la cooperación internacional será la base para, entre otras acciones, impulsar la presencia de artistas y creadores mexicanos en espacios y foros internacionales, recibir creaciones culturales de otros países en los principales recintos nacionales y promover su presentación en las diferentes regiones de México, impulsando su circulación en espacios que tradicionalmente no han sido atendidos. Agenda digital de cultura El acceso a la información es un derecho humano y las tecnologías digitales son medios cruciales para hacerlo valer, así como para crear, distribuir y consumir productos culturales. En México, según datos del INEGI, aún persiste una significativa brecha digital: el 65.8% de la población tiene acceso a Internet y el 51.1% lo hace fundamentalmente para acceder a redes sociales, lo que ofrece una visión limitada de los vastos recursos y herramientas disponibles para aprender y crear con el apoyo de la tecnología y la cultura en red. Un factor importante para el rezago en el desarrollo de la cultura digital en nuestro país es la dificultad que han tenido las instituciones culturales para asimilarla, comprender sus formas de comunicación, intercambio y producción colectiva, y reconocer su valor cultural y su potencial económico. La Secretaría de Cultura ha usado consistentemente la tecnología para la preservación digital de los diversos patrimonios culturales, así como para la promoción del acceso y la distribución de bienes y servicios culturales, pero los resultados son insuficientes. Aún es asignatura pendiente el fortalecimiento de las relaciones que las instituciones establecen con las comunidades que participan, consumen y se producen en los entornos digitales. Por lo anterior, es prioritario crear mecanismos que impulsen la apropiación de las tecnologías digitales por parte de la población, no solo desde un enfoque de consumo pasivo, sino como herramienta de producción creativa. Será tarea del Sector Cultura generar políticas públicas que impulsen el desarrollo de los emprendimientos digitales; que atiendan a las personas que usan estos medios por motivos culturales y, con ello, estimular a las comunidades y ecosistemas de creadores y desarrolladores que construyen las manifestaciones de la cultura digital contemporánea. Vida creativa La creación de opciones para la iniciación y la apreciación en las manifestaciones del arte y la cultura son indispensables para la construcción de toda política cultural. El primer contacto y el acercamiento continuo a oportunidades formativas en estos campos contribuyen a fortalecer la expresividad de las personas y propiciar su formación integral. Desde hace varios años, por un lado, los procesos de iniciación y apreciación artística de las diversas manifestaciones culturales se han desvinculado de los procesos educativos; por otro lado, los esfuerzos institucionales del Sector Cultura para crear ofertas formativas en diversos niveles y modalidades han quedado disociados de las necesidades de las comunidades. La política pública cultural enfrenta el reto de ampliar los canales de expresión a la creatividad de la población desde edad temprana, al desarrollo de sus potencialidades, al conocimiento y aprecio del patrimonio y las diversas manifestaciones culturales nacionales e internacionales, y, al mismo tiempo, de consolidar programas que abarquen desde la formación de profesionales y gestores culturales independientes hasta la de personas creadoras y académicas de alto nivel. Con las estrategias propuestas en este Programa, las instituciones del Sector buscan diversificar los modelos educativos en arte y cultura; desarrollar visiones integrales para su diseño e impartición; y profundizar los vínculos que necesariamente deben existir entre la formación y la creación, la investigación y la docencia, y entre las necesidades comunitarias y la creación de ofertas formativas-participativas que respondan a sus realidades. Algunos de los mecanismos por implementar para cumplir con estos propósitos son el desarrollo de espacios permanentes de iniciación y apreciación artística para niñas, niños y jóvenes, en coordinación con las instancias culturales de los municipios y las entidades federativas; el fortalecimiento de los modelos de formación y actualización de personal docente, tallerista y personas facilitadoras para crear nuevas narrativas culturales y proyectos formativos con enfoque de intervención comunitaria, así como la construcción de propuestas de formación creativa y colectiva para infancias y juventudes bajo el esquema de colectivos de creación y de agrupaciones musicales comunitarias. Asimismo, en el campo de la profesionalización y la transferencia de conocimiento, prácticas y capacidades, las instituciones del Sector fortalecerán y acompañarán las iniciativas formativas de los diferentes niveles de gobierno, de universidades públicas y privadas, de academias y centros independientes. Estímulos a la creación El sector cultura fortalecerá sus políticas en materia de estímulos a la creación para atender, con mayor eficacia, a la creciente demanda de apoyos y a la necesidad de ampliar el horizonte de cobertura de los programas existentes. Desde su creación, en 1989, el FONCA operó poco más de 40 programas de estímulo a la creación artística y cultural. En la actualidad la Secretaría de Cultura cuenta con un sistema robusto que apoya a las personas creadoras desde su temprana juventud, hasta su plena madurez creativa. El Programa Jóvenes Creadores, por ejemplo, recibe cada año un promedio de casi cinco mil solicitudes de apoyo y apenas se cubre 4.5% de esta demanda. Para hacer frente a este desafío, se buscará ampliar las capacidades de estímulo a las personas creadoras y, al mismo tiempo, promover el desarrollo de comunidades y economías creativas generadoras de proyectos culturales sustentables. Las instituciones del Sector tendrán, además, la tarea de difundir y visibilizar la producción cultural generada con los apoyos, becas y estímulos económicos, así como impulsar esquemas de especialización y movilidad nacional e internacional a través de residencias de estudio e intercambio artístico. En coordinación con otros sectores e instituciones de los tres niveles de gobierno, el Sector debe avanzar en la construcción tanto de nuevos modelos de financiamiento e inversión pública y privada, como de esquemas de mecenazgo y estímulos fiscales para hacer frente a la demanda de la comunidad artística y cultural, siempre bajo los principios de respeto irrestricto a la libertad artística y creativa de las comunidades del país y en apego a los principios de inclusión, no discriminación, perspectiva de género y transparencia en todo proceso de selección y otorgamiento de estímulos y becas. Economía y cultura Según datos preliminares para 2018 de la Cuenta Satélite de la Cultura de México, elaborada por el INEGI, el total de la actividad cultural del país representa 3.2% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, con un valor de 702,132 millones de pesos, y los puestos de trabajo ocupados en actividades artísticas y culturales alcanzaron un total de 1,395,669 unidades. Dentro de este universo, de acuerdo con la misma fuente, destaca la aportación de los servicios de medios audiovisuales con 36.8% y la elaboración de artesanías con el 18.8%. Particularmente, la industria cinematográfica mexicana ha experimentado un importante resurgimiento en la última década: la producción de películas se ha triplicado al pasar de 66, en 2009, a 186 en 2018. Durante este mismo periodo, los apoyos del Estado a la producción se incrementaron en 174% y los estrenos de películas mexicanas pasaron de 54 a 115 filmes. En este contexto, el personal ocupado en actividades relacionadas crece anualmente, por lo que, para nutrir de competencias y capacidades técnicas a la población vinculada a estas industrias, en todos los niveles y formas de expresión, es necesario fortalecer y consolidar las ofertas de formación y profesionalización. A pesar de las tendencias positivas, persiste el desafío de hacer llegar sus beneficios a sectores más amplios de la sociedad y, entre otras acciones, poner al alcance de los grupos tradicionalmente marginados tanto los contenidos como las herramientas creativas del cine y el medio audiovisual para fortalecer sus capacidades expresivas. Los canales para la circulación de los productos cinematográficos y audiovisuales requieren ser ampliados, por lo que se desarrollarán estrategias de colaboración para fomentar la creación de circuitos alternativos de exhibición en salas de proyección, cineclubes y demás espacios que dependen de instancias de los tres niveles de gobierno, universidades públicas y privadas y algunas organizaciones civiles. Por su parte, la radio y la televisión de servicio público son medios en constante evolución que representan una alternativa importante para la difusión de la cultura, así como para hacer valer los derechos de las audiencias a acceder a contenidos culturales diversos y de calidad. En este aspecto jugarán un papel fundamental el fortalecimiento de sus capacidades de producción y distribución de contenidos, así como el aprovechamiento de las tecnologías digitales para extender sus beneficios más allá de los canales tradicionales. El reto que encaran la radio y televisión del Sector Cultura consiste, fundamentalmente, en posicionarse como medios para la producción y transmisión de contenidos culturales, artísticos y periodísticos de la más alta calidad que propicien valores de inclusión, pluralidad, independencia y visión crítica a la población. Por otro lado, en el ámbito de la producción artesanal, la reciente coordinación entre la Secretaría de Bienestar y la Secretaría de Cultura representa una oportunidad para incidir en el desarrollo de políticas integrales que impulsen, además de la creación artística y cultural, el mejoramiento de las condiciones sociales y económicas de las personas y comunidades dedicadas a las actividades artesanales, a través del Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (FONART). Se buscará apoyar la preservación de las prácticas y los saberes de las personas artesanas con una perspectiva multidimensional que considere su carácter social, cultural y comunitario, por medio de la transmisión de conocimientos y técnicas que optimicen sus procesos de organización, modos de producción, administración y comercialización de sus productos, con criterios de sustentabilidad. Para ello, se desarrollarán estrategias y acciones que promuevan e incentiven la independencia económica de las personas artesanas a través de la mejora de sus procesos productivos, para contribuir al aumento de su competitividad e inserción en el mercado. Resulta importante que estas experiencias se apliquen también en el caso de otros colectivos y grupos creativos independientes, con la finalidad de fomentar el desarrollo de un modelo de economía creativa generadora de bienes, servicios y productos con dimensión social. Infancias y juventudes De acuerdo con las proyecciones de población del Consejo Nacional de Población (CONAPO), el 31.4% de la población mexicana se encuentra entre los cero y los 17 años de edad. Las profundas desigualdades que existen en sus diversos entornos de desarrollo colocan con frecuencia a esta población en condiciones de alta vulnerabilidad, ya sea por vivir violencia dentro o fuera del hogar, ya por padecer extrema pobreza o por sufrir carencias en el acceso a la educación, la alimentación o la salud, por mencionar algunos campos. A lo largo de la historia, en las regiones y comunidades más pobres del país, han sido pocas las posibilidades de que niñas, niños y adolescentes cuenten con expectativas de vida en ambientes óptimos para su desarrollo pleno; a esto se suma que en la actualidad, prácticamente en cualquier contexto social, sus circunstancias de vida y posibilidades de desarrollo continúan enmarcadas por violencias sistémicas que limitan la garantía sobre el ejercicio y disfrute de sus derechos, sobre todo de sus derechos culturales. La presente administración enfrenta el reto de reestructurar la política cultural dirigida a infancias y juventudes. Buscará impulsar la coordinación de acciones con diversos actores, públicos y privados, bajo los principios de participación, acceso y contribución en las múltiples manifestaciones de la cultura, en un marco de reconocimiento, respeto, promoción e inclusión de la diversidad. Las manifestaciones de la cultura y el arte deben ser herramientas para la construcción de personas críticas y sensibles a su entorno, por ello es prioritaria la creación de esquemas incluyentes, libres de discriminación, con perspectiva de género y respetuosos de la diversidad, en los que niñas, niños y adolescentes participen activamente construyendo las dinámicas sociales y culturales de sus comunidades. Este enfoque de derechos humanos coloca en el centro de la agenda cultural la institucionalización de los derechos de niñas, niños y adolescentes y establece que sin su participación y contribución es imposible construir sociedades democráticas e igualitarias. Este es el paradigma: lograr un cambio en las políticas públicas culturales donde la niñez y adolescencia sean la base, centro y brújula de un país garante de sus derechos. Patrimonios culturales El Sector Cultura es responsable de la investigación, el resguardo y la protección de poco más de 53 mil vestigios arqueológicos registrados, 120 mil monumentos históricos inmuebles, 60 centros históricos y 20 mil monumentos históricos y artísticos de propiedad federal; administra 144 museos y 192 zonas arqueológicas abiertas al público, visitados al año por alrededor de 30 millones de personas; y resguarda también un importante patrimonio cultural ferroviario, tanto mueble como inmueble, que debe ser mantenido y preservado. Existen importantes desafíos y oportunidades en las áreas de la antropología, la historia, la arqueología y la paleontología, de la preservación de bienes muebles e inmuebles, de registros fonográficos y audiovisuales, de bienes artísticos y documentales, así como de implementación de acciones de salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial (PCI), entre otras. En este contexto, la Secretaría de Cultura realizará diversos esfuerzos para garantizar la conservación del patrimonio cultural; brindar la adecuada protección técnica y legal; impulsar la identificación, registro y catalogación de bienes culturales, y formar a profesionales en las diversas disciplinas relacionadas. Para ello se favorecerán la articulación de esfuerzos institucionales entre los niveles de gobierno, y se fortalecerán los vínculos y la colaboración con otras instituciones académicas que contribuyan al diseño de políticas públicas en materia de patrimonio. Es relevante subrayar que, tras los sismos que se registraron en México en 2017 y 2018, el Gobierno de México creó el Programa Nacional de Reconstrucción. En este marco se incluyó la intervención y restauración del patrimonio cultural dañado con acciones que se suman a las ejecutadas, desde 2017, con recursos provenientes del Fondo de Desastres Naturales (FONDEN) y de seguros de daños contratados previamente para tal efecto. Esta iniciativa otorga un nuevo alcance a las labores realizadas, pues busca atender a todos aquellos bienes muebles e inmuebles que, por diversas razones, no se encuentran amparados por el FONDEN o algún seguro de daños. La meta es atender el resarcimiento total de los daños ocurridos, y desarrollar, en estrecha vinculación con las comunidades afectadas, esquemas que promuevan la conservación preventiva del vasto patrimonio edificado de la Nación. Derechos de autor y derechos colectivos La protección de los derechos relacionados con la propiedad intelectual de obras y creaciones culturales es una tarea fundamental para el Estado mexicano. En la actualidad, las nuevas prácticas de consumo cultural y la amplia disponibilidad de recursos tecnológicos para el consumo de obras representan un desafío para la protección de los derechos de las y los autores. En un contexto donde el consumo, la reproducción y circulación ilegal de obras constituyen un grave problema para la protección de las creaciones de individuos, colectivos y comunidades, la divulgación y protección del derecho de autor es crucial para que la diversidad creativa e innovadora en México sea reconocida y respetada. Será una tarea esencial para las instituciones del Sector el fortalecimiento de la cultura del derecho de autor, con la finalidad de propiciar la mejora de las condiciones económicas de las personas creadoras, así como una mayor producción, desarrollo y circulación de bienes culturales. Será prioridad para las instituciones del Sector colaborar con autores, entidades académicas, universidades, industrias, comercios, proveedores de servicios y entidades de gobierno, entre otros actores públicos y privados. El objetivo consiste en fortalecer el uso legítimo y honesto de las creaciones artísticas y culturales, ya sean individuales o comunitarias, entendiéndolas en su expresión más amplia: como elementos fundamentales de la producción cultural nacional, y parte esencial de la identidad de las comunidades y los pueblos indígenas, afromexicanos y equiparables. 5. Objetivos prioritarios El nuevo proyecto de nación apunta a una transformación profunda en la manera de gobernar y de asumir que la diversidad cultural jugará un papel fundamental por ser una herramienta estratégica para el cambio. La política cultural no puede ser ajena al momento que vive el país: ante la desigualdad, el deterioro del tejido social y la violencia, la cultura es una herramienta de transformación. El Programa Sectorial de Cultura 2020-2024 se construye sobre los principios esenciales de inclusión, reconocimiento de la diversidad cultural, defensa irrestricta de las libertades y garantía de los derechos establecidos en el artículo 7o. de la Ley General de Cultura y Derechos Culturales, donde se establece que la política cultural del Estado Mexicano, en todos sus órdenes de gobierno, deberá atender a seis principios: I. Respeto a la libertad creativa y a las manifestaciones culturales; II. Igualdad de las culturas; III. Reconocimiento de la diversidad cultural del país; IV. Reconocimiento de la identidad y dignidad de las personas; V. Libre determinación y autonomía de los pueblos indígenas y sus comunidades; e VI. Igualdad de género. Sobre estos principios, se han definido las prioridades: · La cultura es un derecho humano, es un mandato que debe cumplirse: no hay estado de derecho si se incumplen los derechos de sus ciudadanos, y, entre estos, el de la cultura es fundamental. · Las políticas públicas en materia de cultura deben ser incluyentes: se obedece el mandato de no dejar a nadie atrás, no dejar a nadie fuera. El Estado debe garantizar el acceso a la cultura de forma igualitaria, para todas y todos, priorizando a los grupos históricamente excluidos, trayendo al escenario público a las distintas culturas de los pueblos indígenas y afromexicanos. · Se busca el cumplimiento de los derechos a la creación y de las audiencias, así como garantizar los estímulos y la defensa de las libertades creativas. Existe talento creativo en todos los rincones de México y es necesario ampliar los cauces para que se desarrolle. · Los creadores mexicanos de todas las disciplinas merecen que los canales de exhibición y distribución de su obra se diversifiquen, se multipliquen y democraticen. Asimismo, la ciudadanía debe tener mejor acceso a la infraestructura, servicios y bienes culturales. El Programa Sectorial de Cultura 2020-2024 contribuye, también, al cumplimiento de los compromisos adoptados por México en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, particularmente en la meta 4.7 "Garantizar que todos los estudiantes adquieran los conocimientos teóricos y prácticos necesarios para promover el desarrollo sostenible, en particular mediante la educación para el desarrollo sostenible y la adopción de estilos de vida sostenibles, los derechos humanos, la igualdad entre los géneros, la promoción de una cultura de paz y no violencia, la ciudadanía mundial y la valoración de la diversidad cultural y de la contribución de la cultura al desarrollo sostenible, entre otros medios", así como la meta 11.4 "Redoblar los esfuerzos para proteger y salvaguardar el patrimonio cultural y natural del mundo".
5.1. RELEVANCIA DEL OBJETIVO PRIORITARIO 1: Reducir la desigualdad en el ejercicio de los derechos culturales de personas y comunidades, prioritariamente en contextos de vulnerabilidad, con su participación en procesos que fortalezcan los ciclos, prácticas e identidades culturales El artículo 4o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM) establece un amplio conjunto de derechos para las personas. Entre ellos, el derecho al acceso a la cultura, al disfrute de los bienes y servicios que presta el Estado en la materia, así como el ejercicio de los derechos culturales, es el que otorga sentido y dirección a las políticas nacionales que son responsabilidad de la Secretaría de Cultura. Para cumplir con este mandato constitucional y con el de promover el desarrollo de la vasta diversidad de manifestaciones y expresiones culturales nacionales, así como garantizar la plena libertad creativa y el derecho de participación de las personas, el Gobierno de la República, a través de la Secretaría de Cultura, se ha propuesto transformar la lógica con la que las instituciones miran, atienden y promueven el desarrollo de la enorme complejidad de la vida cultural de la nación. En el pasado, las políticas culturales incidían, mayoritariamente, en los grandes centros urbanos o en aquellas localidades que contaban con capacidades instaladas para desplegar la oferta cultural. El sentido de las acciones culturales promovidas desde las instituciones había sido unidireccional: las dependencias del Estado, en sus distintos niveles y órdenes de gobierno, generaron ofertas de acceso a bienes y servicios culturales desde los centros hacia las periferias y no a partir de las realidades o las necesidades concretas de las diversas comunidades que componen el entramado social de México. Este problema de desigualdad en la distribución y acceso a los bienes y servicios culturales que brindan las instituciones del Estado se profundiza cuando, además de analizar el alcance y cobertura territorial de la acción cultural, se evalúa la capacidad que han tenido las instituciones para atender y garantizar los derechos culturales a personas, grupos y comunidades que, por condiciones de origen étnico, lejanía de centros urbanos, pobreza, marginación, discriminación por condición física, económica, etaria o de género, vulnerabilidad por contextos de violencia o migración, no han participado del desarrollo cultural de México. El diseño del Programa Sectorial de Cultura 2020-2024 incluye políticas públicas que buscan revertir esos rezagos para dar cumplimiento a los mandatos que por ley corresponden a las instituciones del Estado y que están consagradas en la CPEUM y en la Ley General de Cultura y Derechos Culturales. En el presente planteamiento, la construcción de la oferta cultural nacional trabaja en sentido bidireccional, procurando acercar la oferta cultural generada por el Estado a un mayor número de comunidades y personas, y, sobre todo, creando espacios para la participación de las personas y las comunidades en la construcción de la propia acción cultural a partir del desarrollo de sus capacidades organizativas y de creación. Esta aproximación en el diseño de la política pública plantea equiparar y operar simultáneamente en tres dimensiones, que son complementarias: el derecho de acceso a las diversas manifestaciones de la cultura, el derecho a la libre creación y elección y el derecho a la participación. La finalidad es promover la cohesión social y la cultura de paz partiendo de los principios de inclusión, no discriminación, interculturalidad y la equidad. 5.2. RELEVANCIA DEL OBJETIVO PRIORITARIO 2: Consolidar la tarea educativa del Sector Cultura para brindar a las personas mejores opciones de formación, actualización y profesionalización, en todos sus niveles y modalidades, bajo criterios de inclusión y reconocimiento de la diversidad México es un país que, además de tener una vasta herencia cultural, cuenta con una población que posee reconocidas habilidades creativas e imaginativas y que requiere de cauces formativos capaces de ampliar sus capacidades. Las políticas públicas instrumentadas en administraciones anteriores en materia de educación artística y cultural no han sido lo suficientemente amplias para atender a ese potencial creativo diverso, ni lo suficientemente vigorosas para fortalecer la reflexión, la acción social y la vinculación comunitaria que contribuyan a la resolución de problemáticas sociales vigentes, como la violencia sistémica, la desigualdad o la discriminación. A través de la educación artística y cultural que ofrecen las dependencias del Sector, en todos los niveles y modalidades, se busca promover el ejercicio de los derechos culturales. Por ello, las estrategias y acciones que se plantean consisten en diversificar las posibilidades de acceder a opciones formativas que refuercen las posibilidades expresivas y de comprensión del entorno de las personas. En el terreno de la formación de profesionales para la investigación, conservación y protección de la diversidad cultural y de nuestra riqueza patrimonial, resulta fundamental en los procesos de preservación de la memoria fortalecer las identidades culturales a nivel comunitario, regional y nacional. El mayor y mejor conocimiento de nuestras raíces redundará en una mejor identificación de las distintas realidades socioculturales de México, así como en el incremento de las herramientas sociales disponibles para que las y los mexicanos puedan proponer soluciones creativas y novedosas, desde la cultura, a las problemáticas sociales que enfrenta el país. Por ello, la oferta educativa del Sector Cultura en los ámbitos de la historia, las disciplinas arqueológicas y antropológicas, la conservación del patrimonio, la museografía y la museología, entre otras, apoyarán la preservación y protección de la amplia riqueza cultural del país. En este sentido, será fundamental revisar y mejorar los planes de estudio y los contenidos que ofertan las instituciones del Sector, de manera que atiendan a una realidad cambiante que exige la vinculación entre los diferentes campos del conocimiento con la realidad nacional. Por otro lado, las dependencias del Sector también buscarán fortalecer la capacitación y actualización de las y los profesionales de la cultura a través de ofertas académicas diversas; de nuevas herramientas metodológicas, conceptuales y creativas que redunden en beneficio de su labor como personas gestoras, promotoras, docentes o creadoras. En ellos radica la posibilidad de que los bienes y servicios culturales se ofrezcan con niveles de calidad y eficiencia, y ocupan una posición estratégica como verdaderos agentes del cambio social. Su permanente actualización y capacitación en nuevas técnicas, aproximaciones y procedimientos resulta de particular importancia para las distintas áreas del Sector Cultura, por lo que se instrumentarán programas permanentes, presenciales y a través de Internet dedicados a fortalecer las capacidades de las personas trabajadoras en las dependencias del gobierno, así como de todas aquellas que realizan labores similares en otras instituciones públicas o privadas, o de manera independiente. 5.3. RELEVANCIA DEL OBJETIVO PRIORITARIO 3: Garantizar progresivamente el acceso a los bienes y servicios culturales a las personas, a través del incremento y diversificación de la oferta cultural en el territorio y del intercambio cultural de México con el extranjero La Secretaría de Cultura, junto con sus organismos coordinados, tiene la encomienda de desarrollar e implementar acciones de promoción y difusión de la cultura que faciliten y promuevan el acercamiento de la población mexicana a los bienes y servicios culturales, el conocimiento y aprecio de su patrimonio, y el acceso a una mayor oferta de actividades culturales en pro del ejercicio de sus derechos. Para cumplir con estos cometidos, el Sector Cultura generará una oferta diversa en todas las disciplinas y procurará alcanzar una mayor cobertura territorial. La finalidad es ampliar el acceso a la cultura a las personas, dando prioridad a los grupos históricamente excluidos y atendiendo, con particular énfasis, a la población infantil y juvenil de México. Anualmente, la Secretaría de Cultura y sus organismos coordinados atienden en promedio a 45 millones de personas a través de 580 mil actividades artísticas y culturales(5) en salas, teatros, foros, museos, galerías y espacios al aire libre en el país. Dado este antecedente, es de suma importancia que las dependencias del Sector fortalezcan sus capacidades para que, además de operar intensivamente en los grandes centros urbanos del país, amplíen sus alcances a municipios y comunidades apartadas. Para ello, se crearán e implementarán programas, acciones y circuitos que redistribuirán las ofertas culturales locales, regionales y nacionales. Así, se dará un uso más racional e intensivo a la amplia infraestructura cultural con la que cuenta el país, y se ampliará y fortalecerá la participación de más comunidades en los procesos culturales. En el plano internacional, el conocimiento de la gran riqueza cultural y patrimonial con la que cuenta México requiere mayor impulso a través de actividades de cooperación y promoción cultural. Con acciones de esta naturaleza, se podrá fortalecer la imagen de México en el exterior y, al mismo tiempo, será posible crear condiciones para que las personas mexicanas emigradas cuenten con espacios para el reconocimiento y la apropiación de su patrimonio cultural y artístico, fortalezcan sus identidades y ejerzan sus derechos culturales. Una de las responsabilidades más relevantes del Sector Cultura es la de promover los derechos culturales de niñas, niños y adolescentes. En este contexto, es de notar que, según cifras del CONAPO, en 2019 residían en México 39.8 millones de niñas, niños y adolescentes menores de 18 años, lo cual representa 31.4% de la población total. En la actualidad, no es pleno el reconocimiento a la diversidad social y cultural de las infancias y adolescencias. La atención a sus necesidades, en el ámbito de la cultura, ha priorizado la elaboración de producciones para el consumo, en detrimento de la creación de procesos participativos y creativos. Aún predomina una alta concentración de la oferta dirigida a niñas, niños y adolescentes en recintos culturales oficiales, razón por la que se ha descuidado el acercamiento a los entornos donde se desarrolla su vida cotidiana y son aún escasos los datos, estudios, métodos y técnicas que den cuenta de la participación y acceso de este grupo al pleno ejercicio de sus derechos culturales. Estos hechos representan importantes retos para la Secretaría de Cultura, que estructurará políticas públicas para atender a este amplio sector de la población y favorecerá, en un marco de reconocimiento, respeto e inclusión, sus capacidades creativas para formarlos como sujetos críticos y sensibles a su entorno. La finalidad es reducir brechas de desigualdad, acompañar, fortalecer y generar procesos que garanticen, progresivamente, ya el derecho a la cultura y los derechos culturales, ya el derecho al juego, al descanso y al esparcimiento, ya la participación de niñas, niños y adolescentes en espacios seguros y libres para la escucha y el diálogo, con miras de alcanzar su reconocimiento como agentes culturales capaces de contribuir, resignificar y transformar la dinámica cultural de sus entornos inmediatos desde sus interpretaciones del mundo. 5.4. RELEVANCIA DEL OBJETIVO PRIORITARIO 4: Proteger y conservar la diversidad, la memoria y los patrimonios culturales de México mediante acciones de preservación, investigación, protección, promoción de su conocimiento y apropiación México es reconocido internacionalmente como un país megadiverso en el ámbito cultural. Además de su vasto patrimonio, posee una valiosa multiplicidad de expresiones vivas que existen en todas las regiones país. En este contexto, investigar, conservar y proteger el patrimonio cultural es quizá una de las mayores responsabilidades asignadas por ley a las instituciones del Sector Cultura. Las estrategias prioritarias y acciones puntuales que la Secretaría de Cultura establece apuntan tanto a mejorar, consolidar y fortalecer las actividades y los servicios vinculados con la investigación, la conservación, la restauración, la difusión, la divulgación, la valoración y el disfrute social del patrimonio cultural, como a la tarea de atender la diversidad de las expresiones vivas y promover la preservación y desarrollo de las lenguas originarias que se hablan en el territorio nacional. Por lo anterior, es crucial para las instituciones del Sector mantener una vinculación permanente con todos los órdenes y niveles de gobierno, de modo que se desarrollen proyectos estratégicos en los que el patrimonio cultural juegue un papel relevante y se incida positivamente en la mejora de las condiciones de vida de la población. En este ámbito, el Sector Cultura trabajará para atender las implicaciones e incidencias en la conservación, el conocimiento y la protección del patrimonio arqueológico, artístico e histórico que tienen las obras de infraestructura urbana, desarrollos turísticos, de construcción de vías de comunicación, de proyectos de generación de energía, así como las concesiones para la industria extractiva, buscando siempre conciliar la protección del patrimonio cultural con el desarrollo económico y social del país. En el ámbito de la diversidad lingüística, el reconocimiento del carácter constitutivamente diverso de la nación mexicana implica reconocer a la totalidad de las lenguas nacionales como medios legítimos de comunicación con las instituciones del Estado. A pesar de los esfuerzos de preservación, protección y desarrollo de las lenguas indígenas, estas han sido desplazadas consistentemente por el español. Para contrarrestar este problema, la Secretaría de Cultura se dará a la tarea de promover y fortalecer los derechos lingüísticos y abrir espacios a nuevas prácticas comunicativas incluyentes. En este campo es indispensable para las instituciones del Estado crear las condiciones que hagan viable el uso público de las lenguas indígenas en todos los contextos posibles, sobre todo en ámbitos relacionados con los derechos fundamentales, como el acceso a la salud, a la educación o a la justicia. La Secretaría de Cultura desarrollará acciones intensivas con la finalidad de fortalecer la diversidad cultural de México, lo cual deberá expresarse en la formación y apoyo a personas creadoras, así como en una mayor producción de obras indígenas, afromexicanas y de la cultura popular. A través de la promoción, el apoyo y la difusión de dichas creaciones, se contribuirá a una mayor participación cultural de las poblaciones en desventaja y al incremento en el bienestar de la población en general. Promover la pluralidad cultural en el espacio público visibiliza la producción de las obras de estos grupos, amplía las posibilidades de elección y abre oportunidades para los procesos interculturales, además de contribuir a la convivencia de las diferentes expresiones culturales en condiciones de igualdad. El impulso de estas políticas, en el marco del reconocimiento de los pueblos indígenas y afromexicanos como sujetos de derecho público, es uno de los desafíos del Estado mexicano, al mismo tiempo que representa una oportunidad histórica para incorporar iniciativas comunitarias en el proyecto nacional. 5.5. RELEVANCIA DEL OBJETIVO PRIORITARIO 5: Fortalecer la participación de la cultura en la economía nacional a través del estímulo y profesionalización de las industrias culturales y empresas creativas, así como de la protección de los derechos de autor Según datos preliminares de la Cuenta Satélite de la Cultura de México, publicada por el INEGI en 2018, el sector de la cultura registró un PIB de 702 mil millones de pesos, equivalentes a 3.2% del PIB nacional. Esto muestra el dinamismo de un sector en el que, con la producción de artesanías, el aprovechamiento de los múltiples patrimonios o la producción audiovisual, por mencionar solo tres de sus múltiples componentes, moviliza más recursos que otros sectores de gran relevancia, como el de la producción automotriz, que representó 2.1% del PIB nacional en el mismo año. Entre los medios audiovisuales, destaca la industria del cine, que desde sus orígenes ha sufrido profundas transformaciones, tanto por el desarrollo tecnológico como por la diversidad de temas, espacios y manifestaciones que acompañan la evolución cultural, social y económica de las últimas décadas. En nuestro país, entre 2010 y 2018, de las 3,391 películas estrenadas en salas del territorio, 727 fueron producciones mexicanas, lo cual representó 21.4%; sin embargo, de los 2,376 millones de personas asistentes a estrenos, solo 191 millones acudieron a ver películas mexicanas, cifra que corresponde a 8% del total. En este periodo, 63.9% de las películas nacionales producidas fueron apoyadas por el Estado mexicano, que aumentó sensiblemente el estímulo a la industria, al pasar de 59 películas apoyadas en 2010 a 99 en 2018. Es indudable el desarrollo de la industria fílmica de México, tan solo en 2018 se registraron 499 estrenos, nacionales e internacionales, en las 7,024 pantallas de exhibición del país, con una afluencia de 320 millones de asistentes. Durante el mismo año, se produjeron 186 filmes nacionales y se estrenaron 115 en salas cinematográficas; con ello se alcanzó una cifra de asistencia de 30.3 millones de personas que presenciaron la proyección de cine nacional.(6) Sin embargo, a pesar del crecimiento, aún es asignatura pendiente la apertura de más espacios para la exhibición del cine producido en México, con el doble propósito de fortalecer a la industria nacional y, sobre todo, de poner en contacto a las y los mexicanos con una oferta cinematográfica diversa que fortalezca las identidades propias con narrativas cercanas a nuestras múltiples realidades. Por ello, resulta fundamental para la presente Administración, el permanente mejoramiento de los mecanismos que apoyen la labor de los cineastas de manera transparente, plural, democrática y en condiciones de igualdad, además de consolidar, desde su base, la formación y permanente expansión de nuevos ecosistemas y economías creativas. Por su parte, la radio y la televisión culturales han constituido un vehículo fundamental para la difusión de la cultura y la producción de contenidos que contribuyen a la apreciación, conocimiento y disfrute de una amplia gama de expresiones, tanto nacionales como internacionales. Gracias a su capacidad de penetración, que va desde los alcances de la radio comunitaria hasta las señales internacionales o el despliegue de contenidos a través de Internet, estos medios han construido una significativa audiencia y, sin duda, se encuentran ampliamente arraigados entre la población. Para fortalecer el derecho de las audiencias, será necesario robustecer la radio y la televisión culturales, descentralizar la oferta cinematográfica a nivel nacional, brindar especial atención a aquellos grupos sociales para los cuales resulta difícil acceder a contenidos diversos y de calidad, y consolidar el uso de tecnologías digitales para una mayor difusión de las producciones cinematográficas y audiovisuales. Finalmente, en el ámbito de la propiedad intelectual, México enfrenta grandes retos para la protección de las producciones de las personas creadoras. La propiedad intelectual, en particular el derecho de autor, es el puntal sobre el que descansa una parte significativa de la economía creativa nacional. En la actualidad, es necesario fortalecer la divulgación y el conocimiento sobre este tipo de derechos, sensibilizar a la sociedad en su conjunto sobre la relevancia que tiene su adecuada protección y, también, sobre los múltiples factores económicos y culturales que implican. A ello se debe sumar la necesidad de debatir y construir esquemas de protección de derechos intelectuales colectivos con el trabajo coordinado de los tres Poderes de la Unión, la participación de las comunidades y el acompañamiento de organismos internacionales. El objetivo para las instituciones del país es conseguir que las producciones culturales de los pueblos de México que forman parte de nuestro PCI, sobre todo cuando se trata de la producción creativa de los pueblos indígenas, cuenten con el debido reconocimiento ante la ley y gocen de cabal protección. Con ello se podrán crear mejores condiciones para apuntalar el progreso económico y social de las personas y comunidades que encuentran su sustento en la producción de bienes arraigados en sus visiones del mundo y sus tradiciones. En términos generales, para la presente administración será tarea fundamental impulsar la innovación en productos y servicios culturales; estimular la cooperación nacional e internacional; y fortalecer la producción, difusión, distribución y disfrute de contenidos y productos culturales, haciendo accesibles herramientas para detonar el desarrollo estratégico de los diversos agentes que participan en la construcción de la economía de la cultura. 5.6. RELEVANCIA DEL OBJETIVO PRIORITARIO 6: Enriquecer la diversidad de las expresiones creativas y culturales de México mediante el reconocimiento y apoyo a los creadores, académicos, comunidades y colectivos La Secretaría de Cultura reconoce la importancia de estimular y apoyar la creación artística y cultural en todas sus expresiones, especialmente en aquellos campos que enriquecen el acervo mexicano, resaltan nuestro patrimonio e historia en sus diferentes expresiones o, de manera no menos importante, generan y circulan nuevos conocimientos sobre la vasta cultura de México. A lo largo del tiempo los mecanismos de estímulos desarrollados han evolucionado; sin embargo, aún se enfrentan retos para consolidar esquemas de financiamiento para la creación y la producción cultural de calidad que tengan mayores alcances territoriales y que atiendan a la pluralidad de culturas y de identidades que conviven en nuestro país. Para poner en perspectiva el alcance actual de las instituciones del Sector en esta materia, de 2013 a 2018 se entregaron alrededor de 20 mil apoyos, estímulos, becas y reconocimientos a la creación. El Sistema Nacional de Creadores de Arte, por ejemplo, durante dicho periodo recibió 1,047 estímulos sobre un total de 6,912 solicitudes, es decir, solo se apoyó a 15.1 por ciento. Esta situación se agudiza en el caso de los apoyos que se otorgan mediante la Convocatoria a Jóvenes Creadores, mismos que representan, en muchas ocasiones, el comienzo de una carrera creativa. En su momento, a través del FONCA, los recursos únicamente cubrieron 4.5% de las solicitudes recibidas.(7) La creación cultural, en todas sus ramas, enfrenta desafíos en el diseño y operación de programas para impulsar la producción individual y colectiva que, por medio de la asignación de becas, apoyos, estímulos y reconocimientos, cubran diferentes procesos artísticos y culturales de interés para las comunidades del país, y que reconozcan, además, a quienes han contribuido a acrecentar el acervo creativo, la investigación y el conocimiento sobre las manifestaciones culturales de México. Para cumplir con estos cometidos es indispensable apuntalar las estrategias que permiten avivar la producción y circulación creativa, y fortalecer la generación de conocimiento relevante y pertinente, siempre bajo los principios esenciales de pluralidad, participación democrática e igualdad en las oportunidades de acceso. Por ello, con el fin mejorar las condiciones de acceso, las convocatorias públicas en las que participan las personas creadoras, artistas y colectivos para obtener financiamiento a sus proyectos e iniciativas deben contar con parámetros claros, requisitos específicos y, sobre todo, procesos transparentes de selección y, en los casos necesarios, de seguimiento. Será tarea crucial para la presente administración la revisión permanente y el perfeccionamiento de los mecanismos disponibles, así como el diseño de nuevos esquemas que permitan conjuntar los esfuerzos y recursos del Estado, en sus tres niveles de gobierno, con los de la sociedad civil y los de las comunidades creadoras, en aras de potenciar aquellos proyectos culturales que surgen de las comunidades, y ofrecer oportunidades justas para que los creadores puedan desarrollar su trabajo, en pleno ejercicio de las libertades de expresión y creación. 6. Estrategias prioritarias y Acciones puntuales Objetivo prioritario 1. Reducir la desigualdad en el ejercicio de los derechos culturales de personas y comunidades, prioritariamente en contextos de vulnerabilidad, con su participación en procesos que fortalezcan los ciclos, prácticas e identidades culturales Estrategia prioritaria 1.1 Promover la participación de personas y comunidades en el proceso de creación de bienes y servicios culturales, en la toma de decisiones que conciernen a la vida cultural y en la difusión y disfrute de la misma
Estrategia prioritaria 1.2 Mejorar las condiciones de la infraestructura cultural pública y los espacios culturales, dotándolos de vida para promover los derechos de las audiencias, atendiendo las particularidades y necesidades regionales
Estrategia prioritaria 1.3 Desarrollar acciones que contribuyan a consolidar y expandir la Red Nacional de Bibliotecas Públicas a fin de ofrecer servicios de calidad y contribuir a fomentar el hábito de la lectura, con especial atención a las comunidades históricamente marginadas
Objetivo prioritario 2. Consolidar la tarea educativa del Sector Cultura para brindar a las personas mejores opciones de formación, actualización y profesionalización, en todos sus niveles y modalidades, bajo criterios de inclusión y reconocimiento de la diversidad Estrategia prioritaria 2.1 Fortalecer el sistema educativo del Sector Cultura para formar profesionales en disciplinas artísticas y antropológicas, así como en la historia y conservación del patrimonio para una mejor atención de la riqueza cultural del país
Estrategia prioritaria 2.2 Formar estudiantes en el nivel inicial, medio superior, profesional y posgrado en las diversas disciplinas artísticas con la finalidad de impulsar el desarrollo creativo y expresivo del país
Estrategia prioritaria 2.3 Formar profesionales en las disciplinas antropológicas, la historia y la conservación del patrimonio para una mejor atención y conocimiento de la riqueza cultural del país
Estrategia prioritaria 2.4 Desarrollar programas de capacitación y actualización para personas promotoras, gestoras, creadoras y trabajadoras de la cultura con la finalidad de apoyar y profesionalizar la oferta de servicios artísticos y culturales
Objetivo prioritario 3. Garantizar progresivamente el acceso a los bienes y servicios culturales a las personas, a través del incremento y diversificación de la oferta cultural en el territorio y del intercambio cultural de México con el extranjero Estrategia prioritaria 3.1 Incrementar y fortalecer las acciones que permitan que la oferta cultural del Estado mexicano alcance mayor cobertura territorial para facilitar su acceso a un mayor número de personas
Estrategia prioritaria 3.2 Garantizar progresivamente el acceso, participación y contribución de las infancias y juventudes en las múltiples manifestaciones de la vida cultural y artística y en condiciones de igualdad, para su desarrollo integral
Estrategia prioritaria 3.3 Impulsar la difusión del patrimonio cultural a nivel nacional para sensibilizar a la población sobre la importancia de su valoración y disfrute
Estrategia prioritaria 3.4 Planear, programar, organizar, dirigir y supervisar el desarrollo de acciones encaminadas a fomentar el uso de los servicios bibliotecarios y el hábito de la lectura.
Estrategia prioritaria 3.5 Impulsar el intercambio cultural entre México y el mundo
Estrategia prioritaria 3.6 Promover la apropiación de las tecnologías digitales para impulsar nuevas formas de creación y expresión cultural y artística, así como su difusión a través de estos medios
Objetivo prioritario 4. Proteger y conservar la diversidad, la memoria y los patrimonios culturales de México mediante acciones de preservación, investigación, protección, promoción de su conocimiento y apropiación Estrategia prioritaria 4.1 Fortalecer acciones de protección técnica de bienes culturales, muebles e inmuebles, con especial atención en su conservación preventiva
Estrategia prioritaria 4.2 Fortalecer las acciones de protección legal del patrimonio cultural
Estrategia prioritaria 4.3 Desarrollar acciones de identificación, conocimiento y salvaguardia del patrimonio inmaterial
Estrategia prioritaria 4.4 Promover los derechos lingüísticos para el fortalecimiento, preservación y desarrollo de las lenguas indígenas que se hablan en el territorio nacional
Estrategia prioritaria 4.5 Proteger y fortalecer la diversidad cultural de México, con especial énfasis en las poblaciones indígenas, afromexicanas y otros grupos históricamente discriminados, para consolidar la pluriculturalidad nacional
Estrategia prioritaria 4.6 Impulsar la investigación como un medio para incrementar el conocimiento de la diversidad cultural, la historia y la riqueza artística y patrimonial de México
Objetivo prioritario 5. Fortalecer la participación de la cultura en la economía nacional a través del estímulo y profesionalización de las industrias culturales y empresas creativas, así como de la protección de los derechos de autor Estrategia prioritaria 5.1 Brindar herramientas a las personas creadoras para fortalecer sus competencias y capacidades para la generación y circulación de productos y contenidos culturales de calidad
Estrategia prioritaria 5.2 Apoyar el crecimiento de la economía del cine y el medio audiovisual, mediante el acceso a los instrumentos de apoyo establecidos para la producción de manera incluyente en todas las regiones y comunidades del país
Estrategia prioritaria 5.3 Garantizar el acceso a la cultura cinematográfica a través de esquemas de difusión y exhibición incluyentes a lo largo del territorio nacional
Estrategia prioritaria 5.4 Estructurar una oferta amplia y variada de contenidos culturales, periodísticos y educativos para radio y televisión culturales, con el fin de promover su difusión, a nivel nacional e internacional, a través de las señales propias y de la dotación de contenidos a otras transmisoras
Estrategia prioritaria 5.5 Promover el conocimiento y protección de los derechos de autor y fomentar la valoración y reconocimiento de los derechos de las comunidades y pueblos indígenas, afromexicanos y equiparables sobre sus producciones culturales
Objetivo prioritario 6. Enriquecer la diversidad de las expresiones creativas y culturales de México mediante el reconocimiento y apoyo a los creadores, académicos, comunidades y colectivos Estrategia prioritaria 6.1 Promover, a través del otorgamiento de apoyos, estímulos y becas, la creación, desarrollo y difusión de las manifestaciones artísticas y culturales de calidad, con criterios de igualdad e inclusión
Estrategia prioritaria 6.2 Reconocer la trayectoria y aportaciones de las personas creadoras y académicas
Estrategia prioritaria 6.3 Promover acciones que fortalezcan el circuito de producción, circulación y consumo cultural
Con el fin de dar seguimiento a la efectividad y pertinencia de las estrategias y acciones que propone el presente Programa, se han definido un conjunto de indicadores relevantes. Estas mediciones son indispensables para conocer y evaluar los resultados de los programas que se desarrollan, y resultan de vital importancia para identificar acciones correctivas, en caso de ser necesarias, con el propósito de alcanzar las metas propuestas en los objetivos que se han planteado. Cabe señalar que las Metas para el bienestar de los Objetivos 1 y 3 son mediciones innovadoras para el trabajo de las instituciones culturales. Su cálculo está basado en el procesamiento intensivo de información geográfica y en el registro cartográfico de las localidades en donde se realizan las acciones culturales de todas las áreas de la Secretaría. Este registro detallado de información permitirá analizar, de manera más específica, los alcances de la acción cultural en México, evaluar su dispersión territorial, proponer eventuales mejoras y generar diversas capas de información sociodemográfica que enriquecerán el análisis y eventual perfeccionamiento de las políticas culturales. Meta del bienestar del Objetivo prioritario 1
Parámetro del Objetivo prioritario 1
Parámetro del Objetivo prioritario 1
Meta del bienestar del Objetivo prioritario 2
Parámetro del Objetivo prioritario 2
Parámetro del Objetivo prioritario 2
Meta del bienestar del Objetivo prioritario 3
Parámetro del Objetivo prioritario 3
Parámetro del Objetivo prioritario 3
Meta del bienestar del Objetivo prioritario 4
Parámetro del Objetivo prioritario 4
Parámetro del Objetivo prioritario 4
Meta del bienestar del Objetivo prioritario 5
Parámetro del Objetivo prioritario 5
Parámetro del Objetivo prioritario 5
Meta del bienestar del Objetivo prioritario 6
Parámetro del Objetivo prioritario 6
Parámetro del Objetivo prioritario 6
La visión de la Secretaría de Cultura hacia 2040 es consolidarse como la institución garante del ejercicio efectivo de los derechos culturales en México; de la promoción de la creatividad y la diversidad en nuestro país; y de la preservación de la riqueza histórica, artística y cultural nacional. La meta a 20 años consiste en asegurar que las y los mexicanos participen activamente en la vida cultural de México y se reviertan las condiciones que hoy concentran la oferta y las posibilidades de desarrollo cultural en unos pocos centros urbanos, fuera del a |